Camina rápido o te lo encuentras.
Mejor camino, giraba el pasillo que dividía la parte interior y la exterior del colegio.
Para la próxima trae un abrigo o no vengas al colegio. Sonreí ante la locura de faltar por algo tan tonto.
Camino llegando a mi aula de clase.
— Hola niñas — hablo con una voz ronca que hasta a mi me sorprendió
— hey esa voz — ríe ella con sus ojos cafés debajo de los lentes.
—¿ estás enferma o algo así ? — rizos, churos. Como sea que se digan sobre su cabeza, algo tinturados de manera desordenada con un color rojo que no se apreciaba completamente ya que su cabello era tan oscuro como para dejarse tinturar.
— em... No sé — les miro a las dos escuchando mi voz — creo que si.
— Alguien sabe como hacer estas conversiones — un puchero — yo no hice
— Tampoco yo
— No me pidan porque tampoco hice.
Pasada una media hora, entramos a clase.
— Chicos por favor necesito que quienes no vayan a hacer ese trámite, se acerquen a mi escritorio.
— Es en serio — le comenté a Juliana — así dice — me sonrió ella.
Me levanto de mi asiento hacia el escritorio en donde no había notado que, además del profesor se encontraba un chico al que nunca antes había visto. O si, ya recuerdo el día de las presentaciones el dijo algo a cerca de su colegio pasado y no se que mas.
También lo vi cuando una de mis personas no favoritas me lo presentó.
Fue el poco inteligente que no pudo pronunciar mi nombre a la primera vez que se lo dije y lo tuvo que repetir cuatro o seis veces.
— Entonces señorita — me miraba el profesor desde su el asiento del escritorio — digame las razones.
— No tengo religión, creo en Dios pero no en lo que nos quieren hacer creer que es — iba a seguir cuando me interrumpió
— ¿ sus padres tienes alguna ?
— no, creo que no
— Los mios tampoco — dijo el llamando mi atención y del profesor — también creo en lo que dices.
— Que bien — lo miré y Sonreí. Ahora si lo observe con detalle; sonrisa ladina, ojos café, un lunar cerca de la oreja, algo de barba recortada pero que aun se notaba en su mandíbula. Cabello negro del lado del que se encontraba cerca de mi y café castaño del que daba hacia la ventana que nos iluminaba.
— Dame cinco — habían días que me levantaba desinhibida, estiré mi mano para que la palmeara.
El maestro nos miraba con una sonrisa.
— ¿No? Bueno — se había quedado quieto. Literalmente sin hacer nada solo viéndome. Palmee mi mano y la bajé, para cuando quiso hacerlo.
Sonó la campana avisando el término de la hora de clase.
Me despedí del profesor y lo mire otra vez para después ir a sentarme en mi lugar con mis amigas.
— Hace tanto frío — de mi boca salia humo
— Allí viene — esta vez era Dani quien hablaba — miraba mi celular.
— Creo que mejor ...
— ¿ Cómo están chicas ? — una cabeza de estatura más que la mía, cabello color miel, sonrisa eterna, manos delicadas pero no como me gustaría, piel clara — súper — respondí
— Bien — dijeron ambas al unísono
— Tienes frío — me miró — o me equivoco — lo dijo mas como una afirmación que como una pregunta
— Exacto — lo miré de esa manera en que sabia que era algo obvio — no he traído chompa o algo así
Sonrió
— Olvide que hablaba contigo — pasando de su posición en la que se situaba frente a nosotras, se puso a mi lado — ven — susurro en mi oído.
— No me demoro — les dije a mis amigas muy segura de que así sería.
— Okey
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No todo tiene un título
Teen FictionAquí, algo nuevo Comparte esta historia, aventura, canción conmigo. Prometo que haré que valga la pena