Viendo por la ventana, desde el segundo piso, admirando el paisaje, el cielo, el pasto, los árboles, sólo podía pensar en una persona. Cierro los ojos y la primera imagen que viene a mi mente son sus ojos, su sonrisa, su cabello. Su rostro. Sé que es cursi pero le tengo un enorme cariño. Empieza a temblar, abro los ojos de golpe y bajo al primer piso, con un libro en las manos, para asegurarme de que mis hermanas menores y mis padres están bien. Todos están bien. Cuando bajo, una de ellas se ha torcido el tobillo, la cargo en mi espalda y salimos, ya que en casa hay muchas que se pueden caer. El temblor empeora. Movimiento. Crujido. Vidrios rotos. Fotos en el suelo. Silencio. Jalón de la tierra. Gritos de la gente. Silencio monstruoso. Miedo. Nada.
Abrazo a mis hermanas y a mis padres mientras todos nos ponemos de cuclillas en un lugar seguro. Gritos. Desesperación. Nada. Mi hermana pide que les lea. Empiezo a leer. Gritos. Silencio. Pánico. Mi hermana grita algo y no le entiendo por los gritos de la gente. Jalón. Árbol. Padres. Llanto. Agarro a mis hermanas y corremos, salimos del gran patio de casa. Gritos. Multitud. Desesperación. Llanto.
¿Por qué hoy? ¿Por qué no sonó la alerta sísmica? Si se hubiera activado mis padres... Tal vez estarían aquí. Llanto. Multitud. Mis hermanas. Mis padres. Volteo y no veo a mi hermana. Angustia. Desesperación. Siento un jaloncito. Volteo. Ahí está, llorando, viendo el piso, tomándome del suéter. Futuro. Responsabilidad. Pasado. Felicidad arrebatada.
El temblor para. Llanto, nuestro y de la gente. ¿Qué ocurre? Volteo. Abrazo a mis hermanas. Amor de familia. Nuestra familia. Saco el teléfono. Marco. Línea ocupada. Mensaje. Noticias.
Temblor sin aviso en todo el mundo, se inician investigaciones.
Observo a mis hermanas. ¿Cómo es posible? No sé. Pero lo ha sido. Gente marcando y recibiendo la misma respuesta de la misma voz robótica, "No es posible comunicarse con el número que ha marcado". Desesperación. Nada. Pequeño jalón de mi suéter. Mi hermana quiere que lea. Continúo donde me quedé. Sonríen. No saben lo que pasa. Nadie lo sabe. Inocencia. Ese par que los desconocidos ven iguales y los conocidos vemos diferentes. Continúo la lectura. Ambas escuchan atentas. La gente pasa desesperada rodeandonos. Buscando a sus familiares, tratando de comunicarse con ellos. Inútil. Detengo la lectura. Saco el móvil. Mensaje.
×Todos bien?
+Mis hermanas y yo si, mis padres...
Enviar. Trato de recordarlos sonriendo. A mis hermanas, a mis padres, a mí, a todos.