Min Yoongi

2.4K 199 3
                                    

Yoongi era un chico de 24 años que era un poco gruñón desde pequeño. Él era un hombre dueño de una empresa muy importante del mundo de la música. Su vida cambio completamente cuando conoció al ahora amor de su vida

Catorce años atrás

El padre de Yoongi le dijo que se mudarían a Seúl ya que había comprado una empresa mucho más grade que la de Daegu y esta era una oportunidad para crecer mucho.

-Hijo, necesito que te apresures, ya es hora de irnos

Yoongi tomo sus pertenencias y salio.

-¿Cuánto tardaremos en llegar?

Preguntó Yoongi a sus padres.

-Vamos a tardar un poco, así que si quieres puedes tomar una siesta

Dijo su mamá ya que sabia que su hijo no era de los que iba saltando y prefería dormir

-Okey

Yoongi tomo una manta y se cubrió ya que hacia un poco de frío y siguiendo el consejo de su madre y se durmió.

Pasaron alrededor de 5 horas y la madre de Yoongi lo despertó para que bajara de carro.

-Cariño, despierta que ya hemos llegado

Yoongi bajo del carro y observo por fuera lo que ahora seria su casa

-¿Qué te parece, hijo?

Pregunto su padre al verlo

-Si me gusta, creo que me acostumbraré en poco tiempo.

La familia Min entro a la residencia y la recorrieron para que Yoongi y su esposa la vieran ya que el señor Min la conoció cuando la fue a comprar y cuando fue a comprobar la decoración

-¿Puedo ir a conocer mi habitación?

Pregunto el menor de los Min a sus padres

-Claro, esta en el piso de arriba, la vas a reconocer reconocer cuando la veas

Yoongi subió y como dijo su padre, la reconocido y se apresuro en entrar, quedándose muchas ahora ahí

Ya era de noche y su madre lo llamo para cenar. Y ya todos sentados en el comedor empezaron a cenar.

-¿Te gusto tu habitación, cielo?

-Si, me gusta que no se escucha mucho ruido.

-Me alegra que te guste. Y respecto a la escuela, empezarás este lunes.

-Pero me da mucha flojera papá, ¿no podría asistir hasta la próxima semana?

-No jovencito, nada de eso .

-Ok, esta bien.

Todos terminaron de cenar y se fueron a sus respectivas habitaciones.

Lo siento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora