uno • "adiós"

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—“El es sólo un amigo”... Así que tú follas con tus amigos ¿eh?

—No, Lutfi. Estás entendiendo todo mal...—ella se estaba  poniendo cada vez más nerviosa.

—No creí que fueras capaz de hacerme esto. Yo creía en tí, ¿lo sabías?—su voz se quebraba mientras hablaba.— Yo... yo te amaba. Te amé más que a nadie en toda mi puta existencia, joder—él no lo soportó más, y explotó en llanto.—Te di todo lo que te podía dar. ¿Acaso yo no era suficiente para ti?... Si pudiera, te pediría que devuelvas todo el maldito tiempo que perdí contigo, todos los besos que te di, las caricias, las noches juntos. Todo se fue a la mierda...

—No, Luh, de verdad, yo...

—No me llames Luh.—él sentía tantas emociones en ese momento que incluso creía que estaba a punto de volverse loco.

Mah no sabía qué hacer para solucionar todo esto. Mientras tanto, su “amigo” se cambiaba en la habitación.

—¿Sabes qué? Me largo. Me largo de aquí.—Luh caminó hacia la puerta y tomó la perilla.

—...¿qué? No... ¿Adónde vas?—antes de que él pudiera irse, ella tomó su brazo izquierdo con fuerza. Sintiéndose impotente por no poder solucionar lo que ella misma causó, continuó hablando—Te lo suplico. N-No te vayas... Podemos solucionar est-

Él la interrumpió.

—No, no podemos.—Luh tomó con su mano diestra las manos de Mah, las cuales estaban sujetadas con fuerza a su brazo izquierdo, y las retiró—¿De verdad crees que esta cagada se solucionará tan fácil? Yo no soy tan gilipollas como para perdonar una infidelidad. Estoy demasiado enojado contigo. No necesito tus putas excusas. Me largo de aquí.

Ella intentó detenerlo, pero él pasó por la puerta. Luh la cerró con tanta rabia que retumbó por varios de los pisos del apartamento en donde ellos solían vivir juntos. Ella sólo quedó petrificada frente a la puerta y cayó de rodillas al suelo mientras sollozaba y balbuceaba cosas con su voz entrecortada mientras algunas lágrimas recorrían sus mejillas.

El “amigo” de Mah, luego de la situación que acababa de ocurrir, se fue, sin hacerse responsable de nada, y desde allí, ella no volvió a saber nada más de él.

Mientras tanto, Luh se iba de camino a su antigüo apartamento, con la mente totalmente en blanco. Ya no le importaba absolutamente nada.

El lugar donde él iba a parar iba a ser temporal. Luego de llegar de viaje y descubrir que su novia estaba follando con alguien en su habitación, él ni siquiera quería estar en la misma ciudad que ella. La angustia, rabia, tristeza y decepción que él sentía, hicieron que tomara una decisión drástica: mudarse a otra ciudad. ¿A dónde? Él no lo tenía demasiado claro. Podría irse con alguno de sus amigos, como Andrés o Sara, pero también podría irse a la ciudad en la que él nació, Barcelona. Tantas opciones, y un sólo objetivo.

Él llega a su apartamento, coge las llaves y abre. Toma el ascensor, y al llegar, abre la puerta lo más rápido que puede, corre hacia su habitación y se tira a la cama. Lo único que el necesitaba hacer era llorar. Simplemente llorar.

Con los ojos vidriosos, coge el móvil y se da cuenta que tiene tres llamados perdidos y varios mensajes de Mah.

“Te lo suplico, Lutfi”

“Vuelve”

“No hagas las cosas más difíciles de lo que ya son”

“Todo se puede solucionar con una charla”

“Contesta mis llamados, por favor”

Él no le da importancia a esos mensajes, y lo único que hace es bloquearla y eliminarla de sus contactos.

air hostess. • gonuh [no editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora