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"Querido diario:
Hoy caminaba por los pasillos, obvio con la capucha puesta, cuando escuché unos sollozos. Me acerqué hasta donde estos provenían, no podía creer lo que veía. Ruggero lloraba, al lado de su casillero escondiendo su cara entre sus piernas.
Me limité a solo mirarlo, no le voy a perdonar lo que me ha hecho desde que llegó. No mentiré, no puedo seguir diciendo que lo odio cuando no es así. Creo que me gusta, un poquito, PERO SOLO UN POQUITO. No sé porqué, creo que porque puedo ver en su interior, puedo ver que todo solo lo hace por aprobación. Pero obvio nunca se fijará en mí, nunca se lo diré.

Atte; una chica que cree lo que quiera".

En ese momento el timbre, que indicaba la entrada a clases, sonó.

—Justo cuando la cosa se ponía buena— yo estaba sonrojado. Me siento la peor persona del mundo. No sabía de sus sentimientos hacia mí.

Todos comenzaron a dirigirse a sus salones.

—Michael, creo que ya es suficiente

—Espera, no te escuché, ¿quieres que pare?

—Mike, ella no te ha hecho nada... yo...

—¿Tú que?— me miró amenazante. Me quedé en silencio— eso creí— se fue.

Lo que nos espera en el próximo recreo...

Querido diario: me enamoré de lo imposible|| RUGGAROL [QDME#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora