La sangre emanaba de su espalda y caia sobre sus musculosos brazos y el resto de su silueta.
El incieso a su alrededor opacaba el aroma de sangre, su visión nublada procuraraba no hacerlo divagar una vez más. Estaba perdiendo mucho líquido vital y poco a poco se hacia presa de mareos y nauceas incontrolables.
- ¡ Otra vez ! - Gritó una voz detrás de el. La persona ataviada completamente de negro sostenia entre sus manos como garras un largo y terrible látigo. El arma de más de tres metros de largo, tenia en sus extremo dos cuchillas de acero damasco incrustadas. Cada corte dejaba una profunda mella en quienes tocaba; era un arma mortal y horrible método de tortura.
- ¡¿ Inútil Kafir , así pretendes servir a nuestro Señor ?!
El látigo dío un de nuevo un rugido que resonó en toda la cúpula de la torre norte de Alamut y con un rapido movimiento rasgó su espalda. El ardor fue inmediato y el Valaco entrecerró los ojos de manera inevitable; ahogó un grito de agonía con todas sus fuerzas ,ésta vez , el latigo habia llevado consigo un pedazo de piel y el desprendimiento causó un nuevo chorro de sangre caliente caer por su espalda empañando su visión.
Mircea flexionaba sus brazos manteniendo el equilibrio; habia estado suspendido desde hacia dos horas usando unicamente sus brazos apoyado sobre una cama de púas de " Faqir " procurando mantener el equilibrio .
Las Manos de Mircea sangraban también mientras sus dedo se perforaban con las afiladas púas de acero.El entrenamiento de los Asesinos era despiadado y no habia duda en quien lo superase era tan letal como aquellas púas.
Flexionó una vez más manteniendo la rigidez de su espalda, acercando su rostro lo más posible a la base de la cama de picos. Con todas sus fuerzas estiró una vez más hacia arriba tensando sus músculos y superando el dolor, balanceando su peso a lo largo de sus manos y sus dedos perforados, intentando por todos los medios no gritar de dolor.
Aquello solo le traería más latigazos y más minutos de forzados ejercicios en aquella sala.
¡ Maldita basura ! - gritó de nuevo el hombre de negro y blandió su látigo con furia.
Mircea apretó fuertemente los ojos , esperando una nueva ola de dolor que le recorreria hasta lo más recondito de su ser.
Pero en el momento en el que el látigo se lanzaba en su contra, una poderosa mano detuvo su carrera en el aire sin el menor indicio de esfuerzo.- Es suficiente Murat - dijo el hombre.
Mircea conocía esa voz a la perfección, tenia la costumbre de aparecer y desaparecer en su espalda como un susurro del viento.
- Ya puedes bajar Mircea, has terminado por hoy - dijo Jamil.El antigüo le habia dado el abrazo a Mircea hacia más de 15 años y habia sido él quien le habia encomendado la labor de servir al señor del Clan de los Reyes en su lucha por apaciguar las huestes del Dragón de su natal Valaquia.
Mircea se desprendió de la cama de puas suavemente y encorvo su cuervo hacia atrás con una reconfortante sensación.Desde que habia comenzando su entrenamiento en el Nido de las águilas se habia vuelto más ágil y flexible, pero los dias pasaban y cada jornada de aprendizaje conllevaba sudor, sangre y un imperante dolor presente en cada palmo de su ser.
Al tocar el piso nuevamente , todo le dió vueltas, su cabeza se mareo y estuvo cerca de caer de rodillas, pero no podía ser débil, no ante Jamil , no ante Murat , no ante ninguno de sus hermanos Asesinos, el deber le dignaba a permanecer siempre dispuesto a abrazar el dolor y la muerte si esta llegaba.
Este era el código de los Assamitas.
Se giró frente a su Señor e hizo una reverencia, fue entonces cuando pudo mirar de nuevo a Murat.
Aquel maldito habia sido quien habia entrenado a Mircea desde el primer día, le habia sido encomendado por Jamil para hacer de Mircea uno de los mejores guerreros de Alamut.
Mircea sabía que Murat lo odiaba y el sentimiento era mutuo. Aunque su piel se hubiera teñido con el color negro de su maldición, los rasgos Europeos prevalecian y Murat de origen árabe , tenia un odio y rencor hacia el Valaco por sus tierras de origen.
Le llamaba "Kafir " , que significaba Infiel.
Aunque el código de los asesinos hacia imperar un respeto hacia los hermanos de clan, aquellas reglas se rompian durante los entrenamientos.
Mircea habia estado trabajando duro con el resto de los Neo natos en el nido de las águilas , pero Murat se habia ensañado con el y le habia hecho trabajar el doble, rendir el doble , cuando fallaba era castigado el doblemente de severo y recibia los peores y más explicitos métodos de castigo con tal de doblar su alma y su espíritu.
Mircea habia crecido con sus hermanos Valacos en Cravoia bajo las órdenes de Meliodas el Eterno.El señor de la Guerra habia sido duro con el desde el principio con la intención de convertirlo en el comandante de las legiones cuando el no estuviera.
El valaco habia vivido en carne propia los abusos y las burlas de Meliodas cuando estas aparecian, para Mircea, Murat solo era un novato en el arte de hacerse odiar.
Miro al árabe a los ojos y sonrio ligeramente, desafiante e insolente.
Murat se dió cuenta y apretó su nariz de buite destellando odio por cada parte de su ser.
- Kafir....- pronunció entre sílabas de odio , pero Jamil lo interrumpió
- Murat , puedes retirarte - sentenció el Antigüo.
No habia nada más que hacer . El árabe dio una reverencia y se desvaneció en el aire.
Mircea se arrodilló frente a su señor, esperando una instrucción o una misión nueva.
Sobre su cabeza y su cabello oscuro cayó una toalla seca que enseguida se tiñio de sangre.- Ve a lavarte , quiero verte en la biblioteca dentro de 20 minutos.
Jamil desapareció en el aire sin esperar respuesta.
Mircea se levantó pesadamente y miró a su alrededor , habia dejado sangre regada por todos lados y la habitación era un desastre.
La cama de puas ahora era carmesí.
El silencio y el aroma de copal le rodeo una vez más.
El valaco dio un largo suspiro y se dirgió escaleras abajo.
Así era su vida entre los Asesinos.
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El Cuervo de Valaquia
VampireLa Historia de Mircea el Valaco , un jóven soldado convertido en Asesino. Criado al calor de la batalla y entre la camaradería de los hombres y el acero; Mircea halló una nueva existencia ante el abrazo de su Señor. Ahora, en su nueva No Vida , el V...