Historias de verano

Vaya primer día

Esto era un 27 de Junio, el día anterior había sido el último día de clase, hoy era mi primer día de verano. No sabía por donde comenzar había tanto que hacer: Montar en bici, jugar a la consola, salir a la calle...
Venía mi madre con cara no muy alegre la verdad, venía toda manchada como de algo negro en la camiseta, pantalones y zapatos.
Yo sorprendido le pregunté
-Que te a pasado- con voz risueña
-¿Te cres muy gracioso no?- enfadada.
Dejé el tema y fui a mi habitación para poder jugar a la consola, no funcionaba, no hacía ni el ruido, se había ido la luz. No me iban a fastidiar mi primer día de vacaciones y fui a la calle me encontré a mi mejor amigo  jugando al fútbol con unos cuantos niños más y dije -Me puedo unir- y contestaron -Si claro, vas con el equipo azul- -Genial- conteste. Comenzó el partido y yo era defensa mi equipo iba ganando 1a0, pasó un buen rato y yo iba a marcar un gol tenía la distancia perfecta, un ángulo excelente y el portero estaba despistado pero había una piedra esa piedra la que siempre está ahí cuando no te la esperas pero estaba ahí y bueno tropeze, me rompí la pierna, me llevaron al médico y me pusieron una escayola, tres meses la tenía que llevar. Bueno con las muletas para casa, a mitad de camino se puso a llover y pensé que si esto era una broma y cuando llegue a casa todo empapado empezé a toser mucho, me puse malo. Abrí la puerta de mi habitación para ponerme el pijama y dormir pero cuál es mi sorpresa que para cenar había pizza y mi madre me dijo que mi amigo venía a dormir a casa y la luz ya volvió después de todo no fue un mal dia