Una vez dije, nunca. Pero nunca digas nunca.
Está historia está llena de emociones, risas, celos, amor, llanto, obsesión, pasión y dulzura.
La vida es para disfrutar, pero qué no se te pase la mano.
La vida Universitaria ha cambiado mí vida, bueno academicamente estoy preparado para el desafio qué me pongan por delante.
En lo personal, aún sigo siendo un chico tímido y de pocos amigos.
Vengo de una familia pequeña. Están mis padres, mi hermanita y yo.
Cómo soy él primogénito cargué con muchas responsabilidades. La enfermedad de mi padre cuándo era pequeño me marcó para siempre.
Él un hombre fuerte y con una personalidad fuerte.
Un día no pudo ponerse de pie, cayó en cama casi como un vegetal. Diagnóstico cansancio crónico.
Mi padre trabajaba mucho, estaba encargado del sistema de calderas de un hospital acá en Seul. Tuvo qué estudiar muy duro para poder obtener ese trabajo.
Con el tiempo, empezó a trabajar demasiado, aveces hacia turnos dobles.
Asi estuvo mucho tiempo, hasta qué pasó lo inevitable. Mi madre tuvo qué salir a trabajar mientras papá se recuperaba y yo con sólo 10 años tuve qué tomar una enorme responsabilidad, cuidando a mi padre y a mí hermanita.
Con el tiempo, mis cuidados y con la ayuda de mi madre pudimos salir adelante.
Mi padre se recuperó y yo.....decidí qué cuando fuera grande estudiaría una carrera para ayudar a los enfermos y darles los mejores cuidados.
Ahora estudio enfermería en la Universidad, porqué no medicina?.
Mi vocacion es ayudar a los enfermos, con la misma dedicación y cariño con el qué cuide a mi padre.
La timidez se ha vuelto algo que quisiera no fuera parte de mí, nunca he tenido una novia.
Estuve muy enamorado de una chica en la secundaria pero nunca pude confesarle mis sentimientos.
Cuándo por fin me armé de valor y decidí hablar con ella, la vi de la manó del qué era su novio.
Eso rompió mí corazón y decidí dedicarme a estudiar y ser lo qué quiero en la vida.
Recuerdo que el primer día en la Universidad fue muy especial, pues ahi la vi.
Sonriendo y saludando a todos cómo si los conociera de toda la vida.
Su bella sonrisa me cautivo junto a su hermosa forma de mirar.
Cuándo nos sentamos en el salón, tomó justo el asiento que estaba al lado mío y antes qué empezará la clase me miró y me dijo..
L- hola, mucho gustó, mi nombre es Leticia pero me dicen Letty - sonriendo amablemente.
K- ho...hola, perdón- con voz baja- soy Kyu
L- disculpa, no te escuché - haciendo un gesto de no poder oir bien.
K- Me llamo Kyu- extendiendo la mano
L- jaja mucho gusto Kyu- recibiendo su mano y saludandolo con un gesto de cabeza
K- mucho gustó!!- sonriendo y bajando la mirada
L- esperó qué seamos buenos compañeros y ojalá buenos amigos- sonriendole una vez más.
K- Si, yo también lo esperó - se quedó mirandola y sonriendo por unos segundos.
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Ahí en ese momento, te transformastes en alguien muy especial para mí.
Creo qué justo ahí me enamoré de ti. Tu sonrisa fue la llave qué abrió mí Corazón.
Esperó poder entrar en él tuyo con la misma intensidad qué tu entrastes en el mío.
Pasaron los días y empezamos una linda amistad. Nunca pude hablar así con una chica antes.
Me das una confianza única. Eres tan suave y tierna qué aveces me dan ganas de tomarte entre mis brazos y besarte.
Necesito qué sepas lo qué siento por ti. Pero no puedo, aún no es él momento.
Pensarás qué soy un raro, es muy pronto. Pero no quiero perderte mí dulce dama.
Llegaré a tu Corazón de alguna forma, se que lograré conquistarte, sólo dame tiempo.
Mientras seguiremos siendo amigos, tú alegrando mis días y yo amandote en secreto.
