Querido Hoseok,Sé que nuestra relación no ha sido fácil hasta el momento. Que nos hemos distanciado gravemente estos últimos meses y lo he visto, he visto como tus ojos se volvieron deprimentes, tristes. Y por esa misma razón, vengo a justificarlo. A justificar del por qué acabamos así. Del Por qué lo que un día llamamos "nosotros." Ya no está.
Antes que nada, quiero disculparme seriamente contigo. Pedirte perdón por lo mucho que tuvimos pasar, todo esto debido a lo ocurrido aquella fatídica noche... Sé que la muerte de Jeongguk nos trajo desprevenidos a todos como un camión sin conductor a toda velocidad, y en verdad lamento que me hayas visto en ese estado, después de todo, él era mi hermano y ambos lo apreciábamos demasiado.
Mis lágrimas jamás cesaron luego de ello. Tú mismo eras testigo de mi sufrimiento cuando caminaba por los pasillos de nuestro departamento y observaba sus extraños juguetes tirados alrededor, nadie se había tomado el trabajo de limpiarlos a pesar de que todo el mundo sabía que verlos me haría daño. Eso me hizo acuerdo de cómo ustedes solían llevarse tan bien. De las veces en las que jugaban en la sala al trenecito y él terminaba convenciéndote de cargarlo en tu fuerte espalda para luego sacudir sus brazos con euforia y gritarme "¡Ahora soy más alto que tú, hyung!" Para después sacarme la lengua como si no me respetara en lo absoluto.
Recuerdo haber gritado hasta caer en el suelo, arrastrándome hacia su habitación entre balbuceos y llevando mis manos hacia mi rostro para aruñarme de la impotencia que tenía al no escuchar a nadie contestar. Esperar a que vinieras corriendo para auxiliarme y que el silencio se hiciera gracias a ti, porque siempre me consolaste cuando a Jeongguk lo venció el cáncer.
Después de aquello todo se volvió obscuro y aterrador para mi. Era como si el sol ya no brillase, como si me hubieran arrebatado los días de una sola sacudida. Mi vida se tornó en una montaña rusa de la cual yo ya deseaba bajar. Dolía, dolía mucho, y tú eras la única persona que se decidió en acompañarme a pesar de lo odioso que era. A pesar de las muchas veces que me asomaba hacia la ventana de nuestra habitación con una mirada insufrible, preguntándote cuándo sería el día en el que podría volar lejos de allí, porque me sentía como en una prisión. Sentía que Dios me encerró para luego botar la llave lejos, un castigo divino del cual yo pensaba, me lo merecía.
Me lo merecía porque yo no pude salvar a Jeongguk; porque yo no luché lo suficiente. Porque para cuando me di cuenta, la cuenta regresiva ya había sido activada en su sistema neurológico. Se había estado muriendo en mis narices y yo jamás pude darme cuenta hasta que ya era el final de todo. Era justo el que Dios me odiara, él era un niño que lo merecía todo, que tenía un grandioso futuro por delante. Yo mientras tanto, fui un imbécil y un mal hermano mayor.
No tenía apoyo ninguno del cual sostenerme. No cuando el único que lograba levantarme en las mañanas tuvo que dejar Daegu para irse a Gwangju a cuidar de su hermana enferma, si, hablo de ti Hoseok. No, yo no te culpo por nada de eso. Entendí perfectamente cuando escuché a tu mamá hablar por el teléfono contigo, te necesitaban en casa con tu noona, no conmigo. Es por eso que sonreí como no lo había hecho en mucho tiempo, algo falso, mezclado con la tristeza y el terror de ser abandonado. No te lo creíste al comienzo, pero yo te dije que estaría bien, que esperaría tu regreso contento. No lamento el haber mentido, porque yo ya no podría ser el mismo de antes, pero si lamento el no haber compartido más tiempo contigo en lo que estuviste en Daegu. Tal vez no debí alejarte tanto como lo hice, tal vez el rasguñarte cuando intentabas que tomara un baño no estuvo bien. Pero no quería hacer nada, me sentía incapaz de hacerlo, y tú lo único que hacías era presionarme.
Así, poco a poco caí en el abismo de la desesperación.
Siempre recibí y leí con emoción tus cartas, Hoseok. ¿Sabes? Todo lo que me decías y cómo me dabas apoyo siempre me hacían sonreír, por más que doliera el no poder verte más conmigo, me querías mantener a flote de esta forma tan antigua y hermosa. Tus palabras de aliento siempre fueron mejores que las mías, tu caligrafía igual. Yo naturalmente las aprecié, las guardé en una caja de zapatos y también respondí a cada una de tus preciosas cartas con brillos en la portada.
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✼ Estoy muerto, Hoseok (YoonSeok) O.S
Short Story〝 YoonGi siempre ha estado muerto y HoSeok no lo supo hasta la llegada de aquella carta. 〞 ☞One-Shot YoonSeok. ☞ Personaje con problemas psicológicos. ☞Angst. ☞suicidio. 26/02/2018