¿Dolió? Sí, mucho.
En el fondo esperaba que no funcionará, que Ben no volviera a la normalidad después de que lo besara... pero lo hizo. Ahora estaba segura: ella era el verdadero amor de Ben. Era su para siempre.
¿Podía culparlo? No. Ben vivió siempre en esa realidad donde te enamoras a primera vista de alguien y viven felices para toda la vida. Aún después de ver como era la vida en la isla, creía en el final feliz de cuentos de hadas. Y Mal odiaba tener que romper esa mirada en sus ojos, esa pureza e inocencia en su corazón, despreciar ese amor que le brindaba un chico tan bondadoso y bueno como lo era Ben. Pero no podía seguir viviendo esa mentira, ya no: Ben no la merecía, ella no la merecía, y, sin duda, Evie era la que menos lo hacía.
Pudo sentir su mirada mientras hablaba, mientras lo besaba, escucho el susurro de su voz. "Beso de amor verdadero... funciona siempre". Tal vez lo hacía, tal vez un beso de amor verdadero rompería cualquier maleficio. Aunque nunca se específico de que forma. Sí, en los clásicos el Príncipe se quedaba con la Princesa, se casaban y he aquí a sus descendientes. Pero, existen varios tipos de amor verdadero. Un ejemplo, el que Bella y Adam sienten por su hijo, es un amor paternal pero verdadero. El amor que sentían los V'ks el uno por el otro era verdadero. Y después estaba el que todos conocían, el que todos creían que había entre Ben y ella. Sólo esperaba que todos se dieran cuenta sobre lo equivocado que estaban sobre eso último. Si fuera el amor verdadero de los cuentos de hadas, Mal estaría enamorada de Ben como él lo está, o cree estar, de ella. Mal lo sabía: era el verdadero amor de Ben, pero no de esa forma. Y se lo haría saber.
Todos estaban festejando aún. Podía ver a sus amigos bailar, Carlos intentando llevarle unos refrescos a Jane y resbalando por el agua en el intento (Mal agradeció que fuera Jane de quien se hubiera enamorado y no de cualquier otra, ya que la chica sólo se rió y lo arrastró a la pista para volver a bailar, cuando otra seguro lo hubiera abandonado), Jay y Lonnie jugando con la música, una vez que lograron convencer al Dj, y luego estaban Evie y Doug. Ellos estaban a un costado apartados de todos, hablando y admirando la vista. Mal deseo acercarse y escuchar pero tenía algo pendiente.
-Ben- llamó a su aún novio, quien la miro de inmediato con una sonrisa-, ¿crees que podamos ir a un lugar más privado?
-Claro, claro- asintió rápidamente-. Ven, sigueme- y eso hizo, todos los saludaban con una gran sonrisa al pasar junto a ellos y Mal sólo se sintió aún peor al pensar que probablemente los que ahora la consideraban una amiga, la odiarian cuando la noticia se de a conocer-. Pasa- le dijo abriendo la puerta de un cuarto una vez dentro del yate-, es mi habitación de cuando era niño y navegabamos para ir a visitar otros reinos.
-Lindo, un poco ridículo pero tierno- dijo al ver una espada de juguete en una esquina, Ben se rió un poco avergonzado-. ¿Sabes del lo que quiero hablar?
-Tengo una idea, sí- Mal lo miro con las cejas alzadas-. Se que soy un poco ingenuo pero no soy idiota, Mal. Lamentó haberte hecho creer que no te amaba por lo que eres...
-Ben- intento cortarlo.
-No, espera. No me interrumpidas, por favor- continuo una vez que vio a Mal asentir-. Como decia, lamentó haberte hecho sentir presionada y todo eso. Que por mi culpa hayas creído que volver a la isla era tu única salida. Pero lo que más lamentó, es haber intentado forzarte.
Mal lo miro sorprendida.
-¿Forzarme?
-Sí- asintió-. Creí que con el tiempo lograría enamorarte, que lograría que me amaras como yo a ti. No fue así. Se que el beso funcionó porque nos amamos, sí, pero también se que no de la misma forma, Mal. Te amo como mi padre ama a mi madre, y se que tu me amas a mi, aunque de la misma forma que lo haces con Carlos o Jay- no hace falta decir que Mal estaba más que sorprendida-. Te voy a ser completamente honesto, Mal- continuo-, por mucho tiempo creí que lo nuestro sería como los cuentos de hadas, pero en el fondo siempre supe que no era así, no es así, y no será así. He visto como siempre parecen más felices con la otra, como se sonríen, como siempre están tomadas de la mano, he visto sus ojos cuando se hablan, se miran, como ponen atención en menos de un segundo si escuchan el nombre de la otra. He visto su miedo por sólo ver la isla y su decisión al volver sólo para ir tras de ti, incluso se que quiso quedarse si tu lo hacías. Se que se aman. Se que son su final feliz. Se que son el para siempre de la otra.
-¿De quién...?
-Sabes de quien hablo, Mal.
-¿Cómo te sientes?- decidió preguntar, eso era lo que más le preocupaba. Ben le sonrió con algo de tristeza y simpatía, lo que le sentó mal.
-Fue difícil aceptarlo, quería tener contigo lo que tienes con Evie, y tu estuviste dispuesta a intentarlo, lo cual me dio aún más esperanzas. Al final del día, siempre volvias con ella y yo me quedaba en mi oficina. Me dolió, pero eso no evitó que me sintiera feliz. Los traje aquí para que sean ustedes mismos y ahora no seré una barrera para que lo sean. Podré superarlo, de hecho lo vengo haciendo desde que vi su preocupación cuando te fuiste, por eso fue que supe que si volvias, no lo harías conmigo, si no con ella. Y así fue.
-Ben... definitivamente eres demasiado bueno para tu salud- ambos se rieron para luego abrazarse con lágrimas en los ojos-. Quiero que sepas que yo si te amo, ¿esta bien? Tal vez no de la forma en que se supone pero lo hago.
-Lo sé, y yo a ti, Mal- se separó de ella y la miro a los ojos-. Me ocuparé personalmente de que los medios no las molesten, teniendo en cuenta que Evie y tu son parte de la corte será un poco...
-Espera, ¿que dijiste?
-Que será un poco más...
-No eso no. Dijiste que Evie y yo somos parte de la corte.
-Sí, bueno, Evie es una de mis consejeras ahora y, aunque tú ya no seas mi novia, quiero que sigas siendo parte de la corte para ayudar con los temas relacionados con la isla. Pensaba en pedírselo también a Carlos y Jay pero no creo que les guste mucho la idea.
-¿Qué te hizo pensar que me gustaría?
-El hecho de que podrás contradecir a todo miembro de la realeza cuando opinen sobre la isla y salir victoriosa.
-Touche.
***
-¿Estas emocionada por que venga Dizzy?- decidió romper al silencio que se había instalado entre ellos. Habían hablado, así como la ex pareja real, y nada iba a cambiar entre ellos. Douglas lo entendió e incluso le aconsejo que no se tardará ni diera demasiadas vueltas, si lo sentia que lo viva. Evie estaba profundamente agradecida por tener un amigo como él. Y realmente deseaba que encuentre a su alma gemela.
-Mucho, la verdad- asintió Evie mirando hacia la isla-. Es una hermana para mi, te juro que no entiendo como alguien como ella puede vivir en un lugar como la isla y aún así sonreír siempre.
-Yo tampoco entendía como alguien como tú pudiera vivir así- se sumó otra voz a la conversacion- , luego vi tú fortaleza y lo entendí. Dizzy aprendió muy bien de ti al no dejar que los demás arruinen su espíritu, E.
-Las dejó solas para que puedan hablar- se despidió Doug- , nos vemos luego, chicas.
-Hasta pronto, Doug- saludo Mal.
-Adiós, Doug- los tres se dieron cuenta del doble significado de esas palabras. Doug les sonrió a ambas y se fue a hablar con una de sus primas que pasaba por ahí.
-Son unos chicos geniales, Ben y Doug- aclaró Mal al ver la mirada de Evie. Se acercó a la barandilla y contempló las estrellas con su amiga. Se quedaron unos largos momentos en silencio, disfrutando de la compañía de la otra hasta que Evie se decidio a hablar.
-Entonces...
-Entonces...- repitió Mal.
-¿Aquí es donde termina todo?- pregunto girando la cabeza para ver a Mal. La nombrada le tomo la mano entrelazando sus dedos y le miro a los ojos. Verde contra marrón. La combinación perfecta para la naturaleza.
-Aquí es donde empieza.
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Mi Verdadero Amor-Mevie (One Shot)
FanfictionAmor verdadero hay muchos... Pero la persona que te hace sentir como ningúna otra, sólo hay una.