Avion de papel

Mi tutor me miro en silencio mienteas lloraba, sabia que el no podia controlar este tipo de situaciones. Solo podia repetirme una y otra vez que debia parar.

-No llores Tsuna, el tiempo no espera a nadie, vive de la forma que quieras. Solo asi no te arrepentiras al morir-

Aunque realmente deseara hacer lo que el decia, mi deber con Vongola me lo impedia. Segui bebiendo con el para olvidar mi soledad.
Mis sentidos ya estaban amortiguados para cuando llegaron a avisarnos que la cena estaba lista y que todos nos esperaban. Regule mi respiracion en el camino a el invernadero, y entré cuando me sentia mas calmado. Reborn no se despego de mi en lo que cenabamos con los chicos.
A lo lejos lo vi, no habia cambiado nada, seguia igual a como lo recordaba. El dolor en mi pecho se hizo mas agudo. Su aura desdepia el mismo aire que antes. Era doloroso verlo solo en ese rincon de la mesa.
Su rostro sereno ignoraba a todos los que estabamos ahi. Reborn habia ido por el a Japón. Y lo habia convencido con una pelea. Obviamente Reborn habia ganado.
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La lluvia de estrellas comenzo y todos se pararon para verla desde el balcon, los niños comenzaron a pedirle deseos a cada una. Y cada uno se fue alejando para apreciarlas mejor.
Busque a Hibari y lo encontre mirando al cielo igual que a los demas. Me acerque y lo salude, el solo me miro unos tres segundos para seguir viendo el cielo. Suspire embobado con su exprecion. Y volvi mis ojos al cielo.
-hace años que no lo veia Hibari- mi voz sonaba muy suave en esos monentos, que ni yo podia creer la tranquilidad con la que lo hablaba
-no has crecido ni un poco Vongola- rei por su comentario, tenia razón, tenia 23 años y seguia igual que cuando tenia 19.
-es confortante ver que se encuentra bien, no podia esperar menos de usted- el no siguio hablando conmigo, solo miraba al cielo en silencio.
La noche me trajo recuerdos de nuestro verano de hace 9 años, cuando Reborn nos habia obligado ver la lluvia de estrellas desde la azotea de la escuela. Hibari habia estado muy enojado cuando nos descubrio. Estaba distraido en mis pensamientos que me sorprendi cuando Hibari hablo.
-lo recuerdo- me voltee a verlo para hacerle saber que tenia mi atencion cuando volvio a hablar.
-no han cambiado, siguen realizando estas molestas reuniones de hervivoros.-

Observe su rostro para guardar este momento en mis recuerdos, su ceño fruncido al notar que lo miraba solo me hizo sonreir,aun sentia los efectos del alcohol en mi cuerpo, me desoriente un poco pero volvi a mirar el cielo y le di gracias a Dios por este pequeño momento con el. Hace años tome la decision de callar mis sentimientos y esconderlos, pero ahora podia rendirme. Era lo mejor para Vongola, para todos, no tendria remordimientos, esto era lo que habia elegido.

Ya estaba mas calmado, ahora podia seguir.
No volvimos a hablar hasta que la lluvia de estrellas termino. Le deseé buenas noches y cada uno de mis guardianes comenzo a irse para descanzar. Al final quedo solo Reborn a mi lado. Ya podia relajarme, cai inconsiente a sus brazos.
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El sonido de los pajaros me despero, Hibird tiraba de un mechon de mi cabello, ya era hora de alimentarlo.
Me sente mejor y busque en mis ropas un poco de su comida. Su pequeño pico hacia cosquillas en mi palma. Bostece y mire a mi alrededor.
El lugar estaba en armonia, el pequeño Vongola habia hecho bien. Sawada Tsunayoshi. La noche anterior habia estado extraño, podia oler el alcohol a distancia, pero no parecia ebrio. Seguia igual de hervivoro como lo recordaba. No, solo sus ojos habian cambiado.
Vacios a pesar de estar viendo las estrellas, sin que nada se refleje en ellos.

-Cuanta soledad debe sentir- mis palabras me molestaron, el no estaba solo, tenia a toda esa manada de hervivoros que se juntaban a su alrededor.

Aunque quisiera irme el bebé habia ganado y debia quedarme al menos un mes aqui. Los odiaba.

Me levante del suelo y sali a caminar al jardin, los empleados no se acercaban a este lugar. Habia notado que algo grande se hacercaba porque corrian de un lado a otro organizando un evento que me tenia sin cuidado, era molesto oirlo hablar asi que los ignoraba.
Subi a un arbol y me volvi a dormir.
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