Apodada Windy Street, la calle inclinada. En la cuarta casa de la izquierda, la de Kevin. Ahí era donde se reunían todos. Principalmente estaba Kevin, Kev' Maholick. Era el mandamás de todo el grupo, constituido por sus amigos de la escuela. Tenia a Johnny O'Clock, el segundo al mando, era como su hermano. Estaba Fat Donny, el gordo italiano, la fuerza bruta del grupo. Estaba también Jacky Boy, el inglés, la cara linda del grupo. Este idiota solo servía para manejar, seguramente porque su padre tenía un taller de automóviles en Liverpool. También contaban con Jay-Jay, el tipo tenia amigos en los barrios bajos, fue el que consiguió las armas. Por último estaba Eddy Black, el más inteligente del grupo. El afroamericano más inteligente de todo el puto mundo. Tenia mucho conocimiento con el mundo cibernético, lenguaje de programación y esas mierdas.
En un comienzo no eran los típicos pandilleros de Brooklyn acostumbrados a los revólveres, aunque su mayor preocupación, al igual que estos, era y es el dinero. Habiendo sido estos unos adolescentes mimados por los beneficios que le daban sus padres para ellos no les era suficiente y recurrirían entonces a una vida criminal.
¿Sus principales actividades? Los que se sabían manejar físicamente se dedicaban a pequeños hurtos, carteras, celulares y eso. Los que tenían intelecto planificaban los robos a las típicas tiendas, como mercados, kioscos. Incluso llegaron a robar un coche para venderlo por parte mediante aplicaciones de ventas.
Kevin conoció a Dale, ese gordo irlandes. Si uno de los distribuidores de heroína por la zona de Lombard. Sullivan le pasó el dato a Kev' sobre Mitchell, el dueño de Fishing Co. Quería que pasaran al siguiente nivel, empiecen con las extorciones. Un secuestro express. Entrar y salir. Secuestrar al empresario y pedir 300.000 por él. El tipo era un padre de familia, era por extraño que parezca, muy querido por estos. Era pan comido.
—No lo sé, Kevin.— Le dijo Johnny a Maholick. —Pan comido idiota. Doscientos veinte para nosotros. Doscientos veinte mil dolares.— Le respondió.
—Secustro, Kev... Kev... No lo sé hombre, es algo peligroso— Volvió a decir Johnny. —¿Lo de Xoomer no lo fue? Le tuvimos que disparar al dependiente.— Le contestó Kevin. —Kev' tiene razón, Johnny.— Dijo Eddy. —Será peligroso si, pero Dale nos va a ayudar.— Finalizó Kevin.
Pasaron unos meses. Kevin cumplió los diecinueve, consiguió el carnet para el coche que le regaló su padre. El grupo seguía en lo mismo y Dale todavía no daba luz verde para el secuestro.
Y simplemente un dia, Dale llamó. —Club Saturday Fever en una semana, no la caguen.— Le dijo a Kevin. Este último no esperó para llamar a toda su crew y organizar todo de una vez.
Kevin puso a Jacky a manejar. El plan era interceptar a Mitchell cuando saliera del club. Jay-Jay y Donny lo subirían al auto, mientras Eddy se encargaba de la distracción y Kevin al igual que Johnny esperarían en el lugar donde se llevaría a cabo todo.
Le taparon la cabeza al empresario y lo llevaron al sótano del pub de Dale. Lo amarraron en las sillas de utilería que por alguna razón Sullivan guardaba allí e hicieron la llamada.
—Doscientos veinte mil, en efectivo.— Le dijo Kevin a Mitchell mientras apoyaba el cañón del arma en su nuca. —Va... Va...— Mitchell no pudo terminar su frase y se corrompió en un llanto silencioso. Esto obviamente hizo enfurecer a la mayoría del equipo, haciendo que varias culatazos terminaran en la cabeza del empresario.
—Ahora, te pondré el celular y le dirás sobre los ciento veinte mil a tu esposa.— Dijo nuevamente Kevin. —Dile que los ponga en una bolsa de basura y la deje en el callejón de Franklin— Continuó.
Mitchell acató las ordenes de Maholick y todavía con la cabeza tapada efectuó la llamada. Los restantes miembros del equipo estaban detrás del empresario, la mayoría con las armas en mano, esperando por si algo se salia de control.
Al cabo de unas horas, la esposa respondió, había echo lo que le pidieron. Kevin le ordenó quedarse en su casa, y en unas horas volvería su preciado marido.
Jacky y Donny fueron por el dinero. Al conseguir la bolsa, le avisaron a Kevin via celular, y este último le ordenó a Johnny que liberara a el empresario a unas cuadras de su casa. Mientras tanto él y Eddy se encargarían de destruir toda evidencia posible.
Parecía algo de película. Tenían 220.000 dolares, habían efectuado un secuestro y lograron salir impunes.
Y así fueron sus primeros pasos en una vida criminal.
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Lombard Street
General FictionComo cualquier adolescente en la actualidad estos no pensaban mas que en la drogas, los vídeo juegos y las fiestas. Particularmente este grupo fue mas allá de eso y proyectaron su futuro a base del dinero ajeno.