Andrés preparaba con tristeza sus maletas. Él no quería irse, pero era una obligación y era lo mejor para la familia.
—Mamá... ¿De veras no podem-
—No.—responde ella, desde la cocina.
De tan solo pensar que él debía dejar todo lo que construyó en Asturias le ponía muy mal. Sus amigos, su familia, e incluso, a Verónica: la chica a la que él amó en secreto durante mucho tiempo.
Iba a ser difícil, sin dudas. Acostumbrarse a nuevos lugares es un poco difícil de hacerlo del tirón. Pero con esfuerzo, todo se puede.
Él se sentó un momento en su cama a pensar todo lo que iba a dejar atrás. Estuvo todo el fin de semana llorando, y ese día, a pesar de que había prometido no hacerlo más, lloró. Lloró como nunca.
Su madre fue a consolarle.
—¿Andrés?...—ella se asomó por la puerta y encontró a su hijo lleno de lágrimas—Oh... No hagas esto más difícil, por favor... Me haces sentir muy mal.—Ella abre la puerta y se sienta al lado de Andrés—Ya hemos hablado esto, hijo. Sé que es complicado, pero Madrid te gustará. Lo sé...
—¿Pero qué pasará con mis amigos? ¿Qué pasará con Gona y Luh?...
—Ellos tendrán que seguir su vida sin tí, cariño... Esto es lo mejor para tod-
—¡PUES, PARA MÍ NO!—él sentía una mezcla de furia y tristeza dentro de su cuerpo. Era la primera vez que se “revelaba” de esa manera a su madre—T-tú siempre piensas en lo que es mejor para tí, pero nunca piensas en mis sentimientos. Yo no quiero irme. No voy a irme de aquí.
—Andrés... Ya sabes que los abuelos no pueden cuidarte. En serio, no quiero verte así... ¿Podrías acostumbrarte a la vida en Madrid por mí? Por favor...
Él estaba siendo algo egoísta. Eran solo unos caprichos suyos. No lo vamos a contradecir, él en cierta parte tiene razón. ¿Quién querría dejar su pueblo y a sus amigos para ir a vivir a otro lado al que nunca había ido antes?
A pesar de ser así, él tomó conciencia y aceptó lo que su madre le pidió.
—Lo intentaré... Pero no prometeré nada.
Su madre le abrazó con ternura y le besó la cabeza.
—Sé que te gustará...
Ella se levanta, y va a la cocina.
Mientras tanto, él debía de seguir preparando sus cosas.
—¿Por qué a mí...?—más lágrimas fueron derramadas por parte suya.
Le dolía. Le dolía tener que dejar atrás a todos sus seres más queridos.
Le asustaba. Le asustaba no conocer a nadie en Madrid. No sabía si es que podría llevarse bien con sus nuevos compañeros, o si es que será ignorado o incluso excluido. De todas formas, era normal para un chaval de 16 años sentirse de esa manera. Era su último año de la «ESO», y por ello le aterraba lo que los demás pensaran de él.
Pero la decisión ya fue tomada.
Ya no había vuelta atrás.
Aunque él no quisiera, debía aceptarlo.
A duras penas, continuó armando su equipaje y colocando sus cosas en las cajas de mudanza.
En una semana, comenzaría a asistir en el nuevo instituto.
Ring, ring.
Andrés cogió el móvil y vio quién le estaba llamando. Era Luh, desde Skype.
A: ¿Qué pasa, Luh?
L: Tío, ¿Dónde estás? Te has ido corriendo y no te encontramos por ninguna parte.
G (Gona, el cual está con Luh): Sí, ¿Dónde cojones estás?
A: Estoy preparando mis maletas...
G: ...
L: ¿Estás en tu casa?
G: Ahora vamos para all-
A: No, no necesito que vengáis.
G: Venga hombre, te haremos compañía y te ayudaremos...
L: Esto también nos afecta a nosotros, ¿Sabes?
A: Ya, pero no quiero que estéis aquí. Me pondré peor.
L: ¿Estabas llorando...?
A: ¿Eso qué importa?
G: Pues, importa mucho... No nos gusta verte así.
A: A mí tampoco, pero no hay nada que yo pueda hacer, y vosotros tampoco...
L: De hecho, estamos de camino hacia tu casa.
A: Ya os he dicho que no quiero que vengáis...
G: Estamos con Vero.
A: ...
L: Venga, tío.
A: ...Llamada terminada.
Exo volvió a explotar en llanto. Todo esto se le hacía cada vez más difícil de asimilar.
—Y-yo lo... Siento...—cogió una foto en la que estaban Gona, Luh y él y la abrazó mientras lloraba.
Era triste, pero cierto.
—Adiós...—susurró.
Ese era un “adiós”...
¿O, quizás, un “hasta pronto”?
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Continuará.
Si os ha molado y queréis ver más, ¡darle a la estrellita y compartir la historia con vuestros amigos así más gente nos conoce! Eso me motiva a seguir escribiendo.
Hello! Hoy os traigo un "trailer" o un capítulo de introducción, o como queráis llamarle, de esta historia la cual planeaba hacer hace bastante. Como habéis podido observar, en este caso, son niños. No será tan "realista" (comillas comillas) como mi fanfic Gonuh (que, si no lo conoces, pásate, sé que te gustará, hehe), pero da igual, lol.
No prometo actualizaciones seguidas porque el instituto me está matando D: Lo siento, pero los estudios primero, gg. De igual manera, sí que actualizaré, cada dos semanas quizá (? Idk.
Este capítulo es como un borrador, no me he fijado bien en las fallas ortográficas o demás, pero cuando finalize la historia (si es que lo hago :'v) editaré todo. Don't worry.
Eeeeeen fin.
Gracias por haberos tomado el tiempo de leer. ✨
~Macarena.
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my lovely blind • exorinha
FanficÉl, un chico normal, que por temas familiares, tuvo que mudarse de ciudad. Ella, buscaba tener una vida normal en una escuela normal, pero sólo fue discriminada por su incapacidad para ver. ¿Serán capaces de afrontar todos los obstáculos que tienen...