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Por alguna razón, cuando era estudiante la palabra "amante", no significaba algo prohibido, ni cosas así. Para mi, un amante era alguien que no podía estar con la persona que ama; pero la única vez que fui eso, pude comprobar que no era así.

Ahora, la palabra "amante", es una persona que lastima y divide a una pareja, y siempre, siempre termina una persona lastimada. Ser la "amante", es solo dejarte llevar por la calentura y nada más, no piensas en nada, ni nadie.

Martes 28 de diciembre, 18:00

- ¡Tierra llamando a ____! - gritó, sacandome de mis pensamientos, parpade un par de veces para mirar a quien me llamaba: Fernanda.

- ¿Qué pasa? - pregunté incrédula mirando por las ventanas del automóvil.

- Ya llegamos - dijo, cuando comprendí sus palabras solo abrí la puerta y salí, el sol de inmediato me encandiló, provocando que me pusiera los lentes de sol que descansaban en el cuello de mi blusa - ¿En qué pensabas? -

- ¿Disculpa? - pregunté mirando a mi alrededor, un camino de piedras, con una barda color beige dejando como vista el océano - Creí que no quería la boda en una playa - susurre para mi misma.

- En teoría no es en la playa - dijo señalando la inmensa edificación atrás de mi - Bienvenidas a nuestra futura casa -

- ¿Futura? - pregunté - ¿Vivirán aquí los dos? -

- ¿Qué hay de malo? Es bella la vista, y aparte viviremos en un paraíso - respondió socarrón, bufe sacando mis maletas de la camioneta.

- La casa cuenta con 12 habitaciones sin contar los baños y cocina. Aquí solo se quedarán los más cercanos a los novios - explicó hablando de él y la mujer como si fueran otras personas.

- No es por interrumpir pero ¿Tienes agua? ¡Este calor me está matando! - se quejó Fernanda, Paco le dijo por dónde y ella fue como cohete, reímos ante su actitud. Intercambiamos miradas nuevamente.

- ¿Estás seguro que esto es lo que quieres? - pregunté, Paco asintió quitándose sus lentes de sol, para poder ver a la cara a mi hermano de otra madre.

- Es tu culpa por presentarnos en esa fiesta -

- ¡Ah,no! No me heches la culpa de nada - dije - Yo no te dije "Ve y Enamórate de ella" - suspire - Pero se lo merecen.

- Gracias por estar aquí -

- No agradezcas, siempre quise ser quien acompañará al novio en vez de padrinos -

- Lo se, te conozco - bromeo pasando su brazo por mi hombro. Me guío a lo que sería mi habitación por estos 3 días, y era sin duda hermosa. Era bastante amplia, pintada con un azul claro, contaba con su propio baño que se veía amplio, pero lo que más llamó mi atención due la terraza que daba mi balcón, técnicamente, la pared que daba a la costa solo eran dos puertas de cristal desplegables, con unas ligeras cortinas blancas.

- ¿No quieres que me quede aquí con ustedes? - pregunté incrédula, el rio ante mi comentario.

- Esta sin duda es la habitación con mejor vista aparte de la nuestra. Por suerte llegaron esta tarde, según el primo de Hea, el también mataría por esta habitación -

- ¿Y dónde esta ese dichoso primo? -

- Llegará hasta la noche, ¿Tienes tu discurso listo? -

- Obviamente... Opacare a todos ahí - conté, logrando que este sonriera, cosa que normalmente no hacia. Ah, lo que hace el amor.

- Te dejo para que te acomodes y arregles, no iremos antes de que anochesca - dijo saliendo, ¿Antes?... Agh, ¿Por qué tan temprano? Baje a la cocina, pero ahí se encontraba la que creo que es la madre de la novia organizando algo. Me cole para poder ver lo que había en el refrigerador, y por Dios, esto era un manjar. Tome una botella de cristal de cerveza, volviendo a subir a mi bello cuarto.

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