Lograba divisar a distintas personas correr de aquí para allá en los pasillos y campus de la universidad, en verdad parecía sacado de una película, sonreí vagamente al notar en lo que estaba pensando. Pero aquella sonrisa desapareció en cuanto caí, haciendo tirar los libros que llevaba aquel chico con el que tropecé, ¿como me había dado cuenta de que era un hombre del que se trataba? pues sus rasgos físicos lo delataban, aunque sólo había quedado mirando aquellos ojos profundamente marrones. Me percate de aquello por lo que decidí hablar.
-Lo siento, iba metida en mi mundo. ¿Te he lastimado?-
Pregunte temiendo haberlo hecho en cuanto caí, me preocupe más cuando este no hablo, apenas podía ver sus labios moverse cuando decidió hablar.
-Yo es... -
-¡Naila!-
En aquel momento puse mi atención en aquel grito, el cual reconocía perfectamente, era mi mejor amiga Ambar gritando al final del pasillo mi nombre. Decidí ya no molestar al chico por lo que le dedique una sonrisa y mencione.
-En verdad lo lamento. Espero realmente no te hayas lastimado, ¡ten un buen día!. Adios.
Le dedique una sonrisa mientras recogía mi mochila la cual estaba tirada a un lado en el suelo. Al estar de pie nuevamente camine en dirección a Ámbar, conocía aquella cara, decía “es hora de nuestro gran show” negué para luego correr en su dirección y lanzarme en sus brazos de forma dramática. Aquello se había vuelto como una cábala, cada primer clase del ciclo lectivo sin importar si hubiéramos entrado juntas o no nos hubiéramos visto hace meses cada una se colocaba en la punta de cada pasillo y corría en dirección a la otra empujando a que se colocaba frente a nosotras, haciendo así nuestra escena más creíble, terminamos abrazadas en el suelo riendo a carcajadas.
Y como era de esperar en aquel momento apareció el la secretaria del encargado de la universidad, llamándonos la atención por aquello como cada año que pasaba, y al parecer a la señora parecía no importarle.
“Aquí viene lo bueno” pensé al ver que el director de la universidad se acercaba a nosotras con cara de pocos amigos. No es que seamos malas estudiantes ni nada, pero él odiaba todo el revuelo que solíamos armar. Nos llamó a ambas a la su oficina, y si cada cábala tiene su consecuencia, cada primer clase al empezar el año como castigo por nuestro “alboroto” nos designarán a un estudiante nuevo con quien debíamos pasar todo el día. ¿Lo bueno de esto? No debíamos asistir a clases ya que nos encargamos de hacer el tour las largo de nuestras vidas.
-¿Cuatro años y aun no entienden que al menos el primer día deben contener la compostura?- Mencionó “La máxima autoridad” de aquel establecimiento.
-Es que acepte que somos muy sociables. Además ya nos acostumbramos a los tours son muestras cábalas.- Su mirada de mal gusto hacia a Ámbar ocultar su sonrisa mordiendo su labio.
-Además ¿que harían los nuevos integrantes sin sus tours?. Deberíamos poner a toda la universidad aplaudiendo, ya que terminarían todos perdidos.- Por otra de las cosas que amaba a Ámbar era por sus ocurrencias.
-Suficiente, niñas. Solo tenemos un nuevo estudiante el cual entró este semestre, viene para un intercambio permanente.- Al oír aquello pude sentir a Ámbar pisar mi pie apropósito debajo del escritorio.
Tome aquella pequeña carpeta después de todo solo llevaba un pequeño informe, solo lo esencial. No solía leer los informes que el director nos daba, realmente le daba suerte al destino. Al salir de allí no pude hacer más que reír al ver el raro baile que realizaba Ámbar.
-¿Y ahora a ti que te pico?-
-Es que tendré toda mi tarde libre.- No pude evitar alzar ambas cejas en forma amenazadora.
-Ámbar, ni se te ocurra lo haremos juntas.-
-Bueno, bueno. Tuve conociéndolo, yo iré al McDonald's en busca de algo para comer todos.- Esa escusa ya la conocía, era como decir “adiós nos veremos mañana”
-¿No harás como la mamá de Nelson, verdad?. Además ya conozco esa excusa.- La señale mientras al mismo tiempo desatamos un duelo de miradas como solíamos hacer cada vez que queríamos algo que la otra no.
-Por eso eres mi mejor amiga, me conoces más que nadie.- Y ahí su faceta de chantaje.
Estaba a punto de un reproche pero un carraspeo hizo que ambas colocaremos la atención al proveniente de aquel sonido. Me alarme al notar que era el chico con el que había tropezado.
-Dime por favor que no te golpeé y ahora no te diriges hacia la enfermería.- Menciona acercándome a este para inspeccionar de cerca para ver si tenía alguna lesión. Solía ser algo dramática.
Aquel chico negó elevando levemente la comisura izquierda de su labios. Solté un suspiro aliviada.
-En realidad creí que te había lastimado. Por cierto ella es... - Me gire para poder acercar a Ámbar y que está lo saludara pero al hacerlo me encontré con que no estaba ¡será hija de su hermosa madre! maldije internamente mientras volvía a girarme en dirección al chico el cual se encontraba con la mirada en el suelo. -Lo siento, quería presentarte a mi amiga ero está se a esfumado. ¿Que haces por aquí si no vas a la enfermería? ¿Te has perdido? Porque de ser así podría ayudarte, justamente iba en busca del nuevo alumno… espera ¿eres tu el nuevo verdad?.
-En otro momento podré conocerla. De hecho, la secretaria me ha enviado para aquí, debo buscar a mi guía. Y si soy “el nuevo”, soy Ian por cierto.- Extendió su mano en mi dirección, pero si algo había aprendido de mis papas era siempre saludar con un abrazo. Por lo que extendí mis brazos en su dirección para luego abrazarlo y así segundos más tarde soltarlo.
-Hola, Ian. Soy Naila y seré tu guía hoy. - Mencione caminando delante de este para que me siguiera. -Para serte sincera normalmente recorremos los establecimientos ni bien comenzamos. Espero no te moleste, pero necesito descansar un rato debajo de un bonito árbol.-
Estos últimos días había estado muy cansada, realmente me mareaba al instante en el que hacía algún movimiento rápido o brusco, cosa que realmente me frustraba ya que soy de esas personas muy imperativas. Al sentarme en el recosté mi espalda contra el árbol para tener un apoyo. Ian aun se encontraba de pie frente a mi como inspeccionando cada movimiento que me atrevía a hacer.
====================================
¡Hola!. Soy Lula, y bueno quería comentarles que esta es una de las primeras novelas que escribo para la cual ya tengo pensado todo. Espero realmente sea de su agrado ya que la escribo con un cariño inmenso.
Por cierto estoy trabajando junto a UC en esta novela, por lo que también todos los créditos también van dedicados a ella.
Si tienen alguna crítica constructiva realmente estaría más que dispuesta a leerla.
ESTÁS LEYENDO
Norkthe
Fantasy-No puedo Ian, en verdad lo siento.- Se suponía que hoy Ian me presentaría a su mamá, según el algo realmente importante. Y créanme, para mi también lo era. Pero Gruther no paraba de llamarme. "Naila. Esto es realmente importante te...
