Capítulo 2

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Su mirada realmente me incomodaba, por lo que mire mire a un punto fijo para intentar evadir aquellas preguntas que ya veía venir.

-No soy quien para meterme en tus asuntos, pero si deseas podría acompañarte a la enfermería.-

-Descuida, estoy bien, solo que hoy no desayuné.-

-No se porque, pero no te creo.-

-Tu mamá te ha enseñado bastante bien a no creerles a los desconocidos. Pero ya te he dicho mi nombre por lo que no contaría como un desconocido, por lo tanto tendrías que confiar en mí cuando digo que estoy bien.-

-Me han enseñado bastante bien como para saber que no estás bien. Pero al menos no me quedaré con la culpa de no haber intentado nada.-

Rodé mis ojos mientras le hacía un lugar para que se sentara a mi lado. Me encontraba sentada en forma de indio con mi mochila en medio de mis piernas.

A lo lejos pude oír a Gruther gruñir en dirección al bosque.

-¿Qué sucede, Gruther?-

-Puedo percibir el olor de una horrible sanguijuela merodeando en el bosque.-

¿Se preguntan con quien hablo?. Gruther es mi alma, más específicamente mi alma en carne y hueso, cada guardián tiene a su alma encarnada en algún animal. La mía era un Lince, podría comunicarme por él hablando, pero en estos momentos prefería hablar con él por telepatía ya que no quería asustar a Ian, solo los ancianos del pueblo sabían de mi peculiaridad. Soy guardiana de este pueblo, mi deber es protegerlo con alma y garras, ¿porque las garras? Pues fácil, cada guardián al ser entregado el mandato se le otorga el poder de poder transformarse en un animal, solo en uno por eso a la hora de elegir debíamos hacerlo con sabiduría. El animal que había escogido era una loba, al transformarme mi pelaje era blanco, tenía la estatura de un metro algo no muy común en una loba normal.

-Gruther, adelantate y no le quites los ojos de encima.-

No recibí respuesta alguna, pero si pude oír a lo lejos en el bosque sus pisadas.

Debía inventar algún pretexto para alejarme de Ian e ir al bosque.

-Ian, en verdad lo siento. Pero debo ir al baño, ya sabes como somos las mujeres en nuestros días.- Oh vamos, eso siempre funciona. Espero me crea.

-Cl.. claro.- Sonreí satisfecha, pero aún más al notar a Ian nervioso.

Por lo que me aleje rápidamente ingresando al instituto, reía a carcajadas una vez dentro aún no podía olvidar el rostro de Ian al oír aquello. No podía simplemente salir corriendo hacia el bosque, menos porque me veían todos, así que salí por una de las puertas laterales del instituto la cual al salir tan solo a unos 100 metros ya comenzaba aquel bosque al cual no muchos se daban el agrado de entrar en el.

Una vez adentrada en el bosque y lo bastante alejada como para que nadie me viera, lancé mi mochila a uno de los árboles logrando que esta quede amarrada a una de las ramas, la desventajas de transformarme en loba era que luego terminaba desnudan por razones como esas siempre llevaba una o dos prendas de ropas más en mi mochila.

En cuanto mi mochila estaba a salvo me arrodillé en la tierra, sintiendo como cada uno de mis huesos se quebraban y amoldaba hasta lograr llegar a mi forma de loba. Al transformarme instantáneamente corrí siguiendo el rastro de Gruther hasta lograr visualizar que  acorralado a un adolescente el cual estaba abrazando sus rodillas mientras no dejaba de temblar.

-¡Gruther, creí que era un vampiro!.

-¡Y lo es, Naila!.-

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⏰ Última actualización: Jan 29, 2020 ⏰

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