UNO

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《 AMNESIA 》

Mis párpados apenas pueden abrirse debido a la luz blanca que choca contra mi rostro. En un acto reflejo, intento cubrirme con mis manos pero un pinchazo, que duele como una espina clavada, me lo impide. Por lo cual tengo que resignarme a esperar a que mis pupilas se acostumbren a la luz.

Tras un buen rato abriendo y cerrando los ojos, consigo acostumbrarme y logró abrir mis párpados. Al hacerlo me encuentro con una imagen que sobrecoge mi corazón: Noah está durmiendo incómodo en una silla, de hecho cualquiera puede adivinar que cuando despierte va a dolerle el cuello. Aparte de mi preocupación por él, también tengo otra y es el hecho de que me encuentro en un hospital —lo sé por lo lúgubre del lugar y el olor característico del desinfectante—. Enseguida intento recordar el hecho que me ha llevado a estar tumbada en una cama del hospital sin embargo, aunque lo intento una, dos y tres veces, no recuerdo nada. Al cuarto intento consigo recordar el sonido de una ambulancia, lo cual tampoco me da una idea del por qué estoy aquí.

Él se revuelve y abre sus ojos verdes, pese a que está adormilado enseguida viene hacia la cama. Se tambalea un poco, pero consigue recuperar el equilibrio.

—¿Qué tal, Bella?— pregunta mientras intenta sonreír, aunque sale forzada.

—Bien, supongo— Encojo los hombros porque no sé si es esa la respuesta correcta, ó si esperaba que respondiera otra cosa—. ¿Por qué estoy aquí?

Su rostro se contrae extrañado, como si mi pregunta lo hubiese tomado desprevenido.

—¿No recuerdas nada?

Y de nuevo me encuentro sin saber que contestar, especialmente por su rostro preocupado y sus cejas ligeramente fruncidas. Todo en él grita preocupación y, ¿Miedo?

—No lo recuerdas— afirma con un aire de decepción.

—Lo siento— digo, aunque no sepa por qué estoy pidiendo disculpas.

Supongo que es más por la culpabilidad de verlo así: intranquilo.

—Inténtalo de nuevo, cariño.

Lo intento, de verdad que lo intento, no me importa si es un recuerdo pequeño, si es una imagen, un sonido o cualquier otra cosa, con tal de calmar el atisbo de preocupación instalado en mi ser y que hace que se active la señal de emergencia, esa que me avisa que algo no va bien y que por mi bien—y el de Noah— tengo que recordar.

—No puedo— digo finalmente rendida—. Lo siento, no recuerdo nada.

Él da la vuelta y comienza a andar en círculos intranquilo, preocupado por algo que se encuentra en mi mente y que soy incapaz de recordar.

—El médico dijo que por el shock, quizás, cuando te despertases no recordarías lo que había ocurrido.

Sus palabras no suenan como un intento de consuelo para mi, aunque él trate de sonar así. Parece más bien que quiere consolarse él, como si tratase de decirse a si mismo que en cualquier momento mi memoria se desbloqueará. Pero si soy sincera, el hecho de ver nervioso a Noah y desesperado, hace que en mi interior tenga un debate sobre si realmente quiero recordar lo ocurrido.

—Iré a buscar a algún doctor para que venga a revisarte.

En cuanto finaliza sus palabras se marcha, sin dejarme rechistar y sin poder decirle que quiero que se quede a mi lado, que no se vaya.

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2019 ⏰

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