El retumbar de las voces en el laboratorio Stark no hacían más que producir un terrible dolor en el corazón de Loki, no importaba la grande abertura que tuviera en su vientre, ni que la sangre aun brotara de ella, ni que poco a poco perdiera la conciencia, lo único que estrujaba su corazón era el silencio en la garganta de su pequeña. Ya habían pasado varios minutos, Bruce, Clint e inclusive Natasha intentaban poder sobrellevar la situación pero no tenían idea de cómo. La pelirroja junto con Bruce buscaban cerrar la abertura que le habían hecho a Loki para extraer a la niña y Tony junto con Steve habían ido en busca de una enfermera confiable aún cuando Loki se había negado a ello y todavia no regresaban para mala suerte del moreno.
Hace tres meses los dos asgardianos llegaron a la Tierra con la idea de ocultar a Loki de sus padres. No podrian ocultar por más tiempo el embarazo y ni Thor, ni loki esperarían que Odin exclamara su sentencia sobre ellos, o peor sobre la criatura que nacería en cualquier momento, pues Loki no sabía cuando podría nacer.
Las últimas noches habían sido tan oscuras para Loki, y él veía el cielo como un presagio, un augurio de sombras y silencio. Todo eso generaba temor y comenzaba a detestar la idea de no tener a su hijo en brazos para poder protegerlo. Esa misma madrugada se despertó con el sudor en la frente y la respiración agitada, unos dolores se acentuaron en la zona baja y comenzó a gritar. Thor despabiló casi al instante y con los gritos de ambos el edificio Stark se despertó por completo siendo solo las dos de la mañana en un veinte de Mayo.
Loki se mantenía callado, unas lágrimas silenciosas se escurría por sus ojos. Thor se acercó una vez más a él ansioso por no comprender ni solucionar el problema.
-Tranquilo mi amor, hay una solución.-El rubio besó su frente y volvió hacia sus amigos con ojos rojos y suplicantes pero ninguno contaba con una respuesta que pudiera satisfacerlo.- Bruce tu debes.. ¡Por favor!
-Estoy haciendo lo que puedo Thor, no sé como nacen los bebés.- quizá Bruce no mentia, él no era un partero, sin embargo cualquiera podía notar que la situación no era la común.
La niña había nacido sin emitir sonido alguno.
Ni un gimoteo, ni sílabas, ni un grito. Loki deseaba escuchar cualquier cosa de ella pero todo quedaba en eso, en un deseo. Acercó otra vez el pequeño cuerpo a su cabeza y se le detuvo el aliento.
-Thor.-Su voz sonó más grave de lo normal-Necesito que...-el rubio caminó hacia él y le tomó las manos.-Debes buscar algo en mi biblioteca.
-¿Estas bromeando Loki? ¡No pienso dejarte asi!-Naturalmente la biblioteca quedaba en Asgard.
-¡Lo necesito Thor!¡Es urgente!-Besó los rizos rubios de su bebé- Ya sé cómo solucionarlo, buscalos son unos libros azules.
Thor observó a la niña y otra vez a Loki.
-Volveré rápido.-Loki le sonrió con algunas lágrimas.
-Lo sé.
Observó como se alejaba ondeando esa capa roja tan inútil y sonrió con sus pensamientos. Lo echaría tanto de menos, quiza debio decirle que se quedara un segundo más porque ahora empezaba a tener tanto frío, bajó su mirada quedando prendida en los cabellos de su hija, en sus labios, sus párpados, en su piel. Sus dedos comenzaron a dibujar algo invisible en la piel. Thor, no tardes por favor, te quiero a mi lado.
La llegada de Tony sorprendió a todos, no traían buenas noticias era claro. Steve fue el primero en disculparse y Bruce lo puso al tanto.

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Noche sin Luna /// THOR - LOKI
FanfictionLa pérdida de un ser querido jamás puede anticiparse y mucho menos aceptarse. ///// Se que suena muy sad, pero no es taaaaan así.