«Y no sé por qué me duele, si se supone que ya me había acostumbrado»
Mierda, voy diez minutos tarde.
Salgo de casa y hago las cuentas de cuánto tiempo se podrá quedar Liam en la puerta del colegio. Me subo al coche y conduzco lo más rápido posible, todos los semáforos me pillan en verde y sonrío. Hoy, la suerte está a mi favor. Menos mal, porque si la espera de por sí se hace larga, no quiero imaginar si tardo más.
—Mami. — Liam se acerca corriendo con los brazos extendidos, abriendo y cerrando las manos. Me muerdo el labio para evitar hacer un puchero. Es precioso, y lo peor es que se parece más a su padre que a mí. Me fijo en una pequeña mancha que tiene en el babi que usa. Mi madre le grabó mal su nombre «Lian». Sonrío al recordar que dijo que si cambiaba la a por la o, sería un león. Me agacho para que me de un abrazo. Lo escucho reír y me separo de él feliz. — Me haces cosquillas con tu pelo.
Niego con la cabeza riendo y me levanto agarrándole de la mano. No quedan más alumnos de su clase y me remuevo nerviosa al estar bajo la atenta mirada de la señora Leonor. No le caigo bien por el simple hecho de ser madre joven, soltera y desastre. Sus palabras textuales. Todavía quedan personas retrógradas en el mundo que no creen que una mujer por sí sola pueda mover cielo y Tierra por las personas que quiere, sin necesidad de una figura masculina alrededor.
— Ruth.
—Señora Leonor.— le correspondo el saludo.— Gracias por la espera. —digo inquieta y me muevo hacia atrás.
—Que remedio.— se encoge de hombros. —Adiós Liam. — le sonríe a mi hijo y ruedo los ojos. Al menos la manía que me tiene a mí no se la tiene a él. —Mmm, algún día hablaremos, ¿vale Ruth?
—Claro. —Le aseguro. —¿Cómo te ha ido el día, cielo? — le pregunto alejándonos del colegio. Me noto observada y miro a mi alrededor. Leonor me mira desde lejos y la piel se me pone de gallina. Sé que no soy la mejor madre del mundo, pero Liam sí es lo mejor que me ha dado la vida y ella no lo entiende. Pero, tampoco me importa.
—Bien, le he hecho un dibujo a Cassy. —sonrío y le toco la nariz. —¡Mamá!
—¿Qué? —alargo la vocal y él se ríe. Andamos hacia el coche y me dan ganas de abrazarle. Lo cojo en brazos y su risa aumenta. — Veo bien que le hagas regalos a la chica que te gusta. A ellas, eso les encanta.
—Pero ella quiere ser mi amiga.
—Normal, pulga. Sois pequeños todavía. Eres un sol y si no lo ve, ya lo hará otra que quiera ser más que tu amiga.
Nos subimos al coche y miro la hora mientras una canción de Coldplay se escucha en la radio. Hemos quedado con mi padre para comer, va a hacer el plato favorito de Liam y como siempre, vamos tarde.
A cualquier niño de 4 años le apasiona los macarrones de su madre; sin embargo, el puchero de su abuelo es el plato favorito de Liam. Adora los garbanzos y a diferencia de cualquier niño normal, los coge con el tenedor mientras toma la sopa con la cuchara.
— Qué manía tienes, enano.— Se ríe mi padre mientras se lleva el vaso de agua a la boca. Hacía tiempo que no lo veía beber agua mientras tomaba el almuerzo. — Las cosas raras que haces vienen de tu madre pero, a otro nivel. Recuerdo una vez que metió las patatas fritas en un vaso de cristal y comenzó a comérselas a bocados.
— Ja, ja. Qué gracioso. Eso sólo lo hice una vez.— Río mientras le hago una mueca a mi hijo para que no haga caso a su abuelo. Sonrío. — El carácter fuerte lo hereda de su madre, por supuesto. — Liam me mira en silencio. Es un niño listo. Una vez intentó preguntar sobre su padre, y aunque sé que tiene todo el derecho del mundo de saber la verdad, le dije que cuando se hiciera un poquito más mayor, entendería toda la historia. No puedo explicarle a un niño de 4 años cómo su padre le abandonó sin razón, sólo por ser jóvenes de 21 años. Como no llevaba a nuestro hijo en su vientre le fue más fácil rechazar esta vida.

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Con alas pero sigo enjaulada
RomanceRuth es una chica de 25 años que se encuentra sola rodeada de personas que han encontrado su lugar mientras ella todavía se siente perdida. Le rompieron el corazón cuando más se quería y eso fue lo que más le dolió: perderse a ella misma por un amo...