La nueva Alicia.

Cat

Bajé al jardín para comprobar que todo estaba en orden, fui al rosal, comprobando una a una las rosas que crecían. Debían de ser de un color rojo carmesí intenso, como las rosas del jardín de su Majestad, sino, los pobres jardineros sufrirían su ira. Y yo me pregunto, ¿qué culpa tendrán ellos de que crezcan rosas blancas en vez de rojas? No mandan en la naturaleza, ni ellos, ni la Reina. No sé que obsesión tiene con las rosas rojas, pero sé que no debo hacerla enfadar.

Inspeccioné bien el rosal por si hubiese alguna que se me escapara. Que estúpida soy, ¿cómo va a haber una rosa blanca entre todas las rojas? Bueno, aunque todo es posible en el País de las Maravillas, pero lo olvidaba, ahora no estoy allí. Me encuentro encerrada en este orfanato, pero no por mucho tiempo, he sido informada de que van a venir a por mí, una familia adinerada de una ciudad vecina. "Debes ser normal hasta que te adopten, así de deja el rosal ya, la Reina quiere quel abandones esta maldita cárcel", Izzy me habla, es un nombre que le doy a una de las primeras voces que empecé a oír, la llamo Izzy por la palabra "insomnio", ya que fue de las primeras en aparecer y la primera que me hizo pasar muchas noches sin dormir.

Pero aún no he explicado el motivo de todos estos pensamientos, veréis, hace ya algún tiempo pude conocer algo realmente extraordinario, se trataba de un diario de mi difunta madre, Alice Montblanc, quien escribió sus vivencias en mi actual herencia, el País de las Maravillas. Wednesday me contó donde estaba el diario, enterrado en el jardín de la antigua casa de mi madre, decía que así descubriría quien era mi madre y, sobre todo, quien soy yo.