A Spark In The Dark

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Parece que escribirte al calor de las paredes ya es una costumbre para mí, la temperatura roza los 40 grados centígrados y parece que aumentará conforme pasen los días, la casa parece un horno y no he tenido tiempo ni dinero para poder arreglar el humificador que tiene la casa.

Las últimas 4 semanas han sido un desastre, cada vez me rinde menos el dinero, mi piel comienza a tener heridas más severas por la exposición al sol y he comenzado a odiar mi trabajo. Se ha hecho un poco más ameno desde que corrieron a Gator, pero aun así trabajar a la luz del sol en una esquina tal cual como una puta por la noche no es de los más satisfactorio del mundo. Si a eso le aumentas que mi salario solo me alcanza para comer y pagar mi renta me hace cuestionarme el porqué acepté venir aquí. La semana pasada tuve que vender mi radio para poder pagar el transporte al trabajo esa misma semana solo comí sopa y cenaba un vaso de leche, bajé cuatro kilos desde que llegué aquí. ¿Acaso debería estar aprendiendo algo? ¿Era momento de rendirme y volver a casa? ¿Qué fue lo que me hizo llegar aquí en primer lugar?

La respuesta fue miedo e inocencia, confié en una persona cuyo único objetivo era hacerle daño a un jefe opresor y cuya agenda desconocía en ese momento esto aunado a la amistad/hermandad que tenía con Woods y Kendra me hicieron creer que trabajar en la calle reclutando personas sería algo bueno, que ganar 200 menos dólares al mes no sería gran cosa y mi error más grande creer que nos apoyaríamos todos para aguantar el infierno texano. Tal y como lo había escrito antes cada uno de ellos huyeron en cuanto pudieron, los entiendo en su lugar yo lo hubiera hecho no tenían ningún motivo por el cual quedarse en realidad yo tampoco y a pesar de saber que podía renunciar y volver a casa algo me seguía manteniendo ahí, el estar sola tanto tiempo me hacía pensar en primera instancia lo fuerte que era, lo increíble que era mi fuerza de voluntad pero poco a poco esas horas en las calurosas tardes se fueron transformando en una tortura, me sentía atrapada sin alguien a quien acudir, todos mis intentos para volver a Miami eran en vano no podía conectar ninguna oportunidad de empleo y la oportunidad que Rhonda me había ofrecido había quedado en aire poco después supe que mi nuevo jefe había ofrecido a otra chica para el puesto.

Aunque el nuevo equipo no era de mi agrado al menos podía pelear por mi cuenta y a mi modo esto me hacía querer ganarles en todo momento durante las primeras semanas cargaba con el equipo en la espalda. La euforia solo duro medio mes, el trabajo seguía siendo difícil, no por las actividades sino por el lugar. Los días pasaban, me miraba al espejo y veía las quemaduras en mi piel hacerse cada vez más grandes. Un sábado decidí romper la rutina y salí al valle donde trabajaba, había una protesta de inmigrantes, se quejaban de la discriminación que sufrían en el país y exigían tener los mismos derechos y oportunidades que cualquier otro ciudadano, me envolví en la protesta, ver sus caras decididas librando cada uno de ellos una batalla diferente, pero con algo en común, todos sentían orgullo de ser ellos y estaban hartos de esconderse y dejarse pisotear. Decidí escribir sobre esa pequeña aventura y mandarla a uno de mis amigos en el Sol de Miami. Gané 30 dólares y una felicitación por parte de Ilse, me envió una carta que me hizo encontrar la respuesta a todas las preguntas que me asechaban durante las noches. Su carta hablaba acerca de su infancia y el cómo se crío en las calles junto con la tía Jade, sabía que había tenido una infancia difícil pero no así de problemática sus palabras me hicieron llorar, por una parte, era la primera vez que ella se comportaba como una madre y se acercaba a darme un consejo y por otro lado porque sabía que había comenzado este viaje por la razón equivocada.

El saber que se sentía orgullosa de mi por estar tratando de hacer las cosas por mi cuenta fue un combustible que encendió mi espíritu de pelea entendí la razón por la cual nunca renuncié, no era el miedo a enfrentarlas y que me vieran fracasar, era el hecho de saber que me iba a rendir sin darlo todo, en su carta me explicaba que las situaciones precarias son las que sacan lo mejor de ti, que no podía rendirme ya que eso solo me desviaría más de mi meta, no había ningún problema si volvía a Riverview ambas cuidarían de mi pero todo este año y medio hubiera sido en vano parte de la carta decía lo siguiente:

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⏰ Última actualización: Apr 10, 2018 ⏰

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Trapped Between The Lies: Alice's LettersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora