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Más tarde, Jin y Hye salieron del salón con sus pequeñas mochilas en sus hombros y tomados de la mano. La clases habían terminado con una nueva lección aprendida y un YoonGi doblemente dormido, el cual solo despertó en el último minuto para tomar sus cosas y retirarse.

En la entrada de la escuela muchos padres recogían a sus hijos con ansias, otros solo se quedaban en el asiento de el conductor de su automóvil esperando a que los chiquillos subieran en los asientos traseros. El primero era el caso de SeokJin, solo que aveces su mamá solía tardar un poco más que las otras madres.

En cuanto HyeSoo salió divisó a su progenitora a unos cuantos metros, y despidiéndose de Jin con un beso en la mejilla y con un leve "adiós, nos vemos luego" soltó la mano de el contrario para salir corriendo en busca de los cálidos brazos de su madre. SeokJin por el contrario solo siguió caminando para terminar encontrándose con un Yoon con una expresión seria y sentado en uno de los bancos que estaban cerca a la entrada al colegio, el castaño tomo asiento a un lado de el pálido abrazado su pequeña mochila con sus lindos bracitos.

—¿A sí que a ti también te dejan hasta el último?– Cuestiono el pelinegro mirando hacia los autos que se alejaban llevando niños en su interior. No estaba tan equivocado, pues al juzgar por el vacío de dónde se encontraban, eran casi los últimos en irse.

—Pues si…–Respondio el castaño soltando el agarre de su mochila y dirigiendo la mirada hacia el de ojos gatunos.

—Me llamo Min YoonGi, ¿Y tú?– volvió a cuestionar llevando su mano a SeokJin en forma de saludo.

—K-Kim SeokJin– Dijo correspondiendo al saludo de forma tímida. Aunque el niño fuera un poquito más pequeño en altura a SeokJin, intimidaba demasiado con su mirada profunda.

—Te voy a presentar a alguien, espera un momento– comento buscando alguna cosa en su mochila. ¿Alguien? ¿Como alguien iba a caber en su mochila?– ¡Ay no, se perdió!–grito el menor con una expresión horrorizada, su carita se había comenzado a llenar por lágrimas que recorrían sus mejillas.

Al verlo, algo en SeokJin nació y de inmediato se levantó de la banca para comenzar a buscar el objeto perdido, al caminar detrás de la banca se encontró con un pequeño, pero muy limpio y cuidado, peluche de lo que parecía ser un oso con pelaje color negro, que en lo que se suponía eran sus cachetes tenía dos círculitos rojos. El castaño lo tomo en sus manos y al regresar a la banca, se posiciono enfrente de YoonGi y le mostró el peluche, sus lindos ojitos habían dejado de llorar, se podría decir que hasta se iluminaron. El pelinegro tomo el peluche, miró a SeokJin para después levantarse de el asiento y regalarle un gran abrazo a el castaño.

—Gracias, creí que lo había perdido– dijo separándose de el abrazoy limpiando los rastros de lagrimas con la manga de su sueter– SeokJin, el es Kunamon, Kunamon, el es SeokJin.

—Hola, Kunamon– dijo Jin para luego saludar a el peluche.

—¡Cariño! ¡Ya estoy aquí!– se escucharon dos voces al unísono de dos mujeres a fondo, pertenecientes a las madres de ambos niños. Las señoras rieron y se acercaron a sus hijos.

—¡Mira mamá! El es SeokJin ¡Y me ayudó a encontrar a Kunamon!– grito el menor con euforia hacia su madre. La señora, madre de YoonGi, solo le dedicó una sonrisa a Jin.

—¡Mira mamá! El es YoonGi–dijo el castaño bastante emocionado a su progenitora. La cual de igual manera que la madre contraria le regaló un sonrisa a el menor.

—Bueno, despidanse, es hora de irnos.–comento comprensiva una de ellas.

—Adios, nos vemos mañana–dijeron ambos al unísono, cada uno tomo sus cosas y se alejaron agarrados de la mano de su madre.

SeokJin y su madre subieron a el auto, durante el camino solo se escuchaba la música que reproducía la radio de fondo.

—¿Mamá?

—¿Si?–contesto la mayor dándole a entender a SeokJin que lo estaba escuchando.

—¿Donde esta JiSoo?– Preguntó preocupado por su hermana.

—¡Oh, es verdad! Lo siento cariño, se me había pasado decirte. Debido a que ella es mayor saldrá más tarde de el colegio, amor–Respondió su madre sin dejar de mirar hacia el frente, concentrada en manejar.

—Oh, ya veo –contesto SeokJin un poco desanimado, pues más horas de colegio para JiSoo, significaba menos horas de juego para ambos.

Poco a poco SeokJin había cerrado sus ojos dejándose llevar por la relajante música de fondo, quedándose completamente dormido durante el resto del viaje.
















Holi(?)
Quiero aclarar varias cosas, como  que JiSoo no aparecerá mucho en esta historia, pero se recalcara que ella fue el soporte de SeokJin durante los malos momentos.
También que como este, habrá capítulos para introducir personajes, en este caso fue el turno de sugita bb(?)
So, eso xd
¡Ah! Y perdonen las faltas de ortografía o redacción que pueda haber en esta parte, más tarde será editado <3
—kim

The Words Can Hurt  ;  namjin [HIATUS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora