Estaba caminando por los pasillos sin rumbo alguno, perdida en mis pensamientos.
¿Algun dia todo volveria a ser como antes?
Esta pregunta no abandona mi mente, pero la verdad no me arrepiento de que esto haya sucedido, quizás suene cruel y egoísta por todas esas personas que han sufrido la perdida de familiares pero si esto no hubiera ocurrido Louis jamas se hubiera fijado en mi como algo mas que su mejor amiga y mucho menos nos hibieramos besado.
Aun me cuesta trabajo aceptar que esto no es un sueño, que no despertare por el horrible sonido de la alarma de mi celular, con todas las sabanas enrolladas a mi cuerpo.
—¡¡_________!!—El grito de un chico me saco de mis pensamientos.
Voltee para ver quien era.
—¿Andrew?—dije sorprendida.
—Hola—sonrio.
Tiene una linda sonrisa…
—Hola—lo salude—¿Sucede algo?
—Em… no nada…—respondio mirando el suelo.
Un silencio incomodo gobernó el ambiente después de eso.
—Es solo que…—volvió a hablar castaño—¿Pordias mostrarme el lugar?
—¿Mostrarte… el lugar?—repeti.
Solte una risa provocando que Andrew se sonrojara.
Que chico tan tierno.
—Pero es un centro comercial—dije cuando pare de reir—¿Nunca has estado en uno?
—Bueno… yo, si…—fijo su mirada en el suelo aun con las mejillas sonrojadas—Solo trataba de buscar un escusa para pasar el tiempo junto a ti.
¿Aun existen chicos como él? Gracias Dios por dejar que chicos así sobrevivan a este apocalipsis.
—Oh… que tierno eres—sonreí sonrojada—Si querias pasar tiempo conmigo me lo hubieras dicho.
—Tomare nota de eso—sonrio—Entonces… ¿Puedo estar contigo?
—Claro—reí.
Empezamos a caminar en silencio por los pasillos. Voltee mi mirada a Andrew quien parecia estar en su propio mundo.
Es muy guapo, su cabello castaño… Tiene el mismo estilo que Louis para peinarse, sus ojos azules con verdes parecen falsos. Quizás usa lentes de contacto. Y sus labios, tienen un seductor rojo natural.
—¿Pasa algo?—pregunto.
—¿Ah?—dije aturdida.
—Es que me estabas mirando fijamente—rió.
Mis mejillas se tornaron rojas, ¿Enserio me le quede mirando embobada?
—Es solo que… tus ojos son muy hermosos, parecen irreales. ¿Son contactos?—pregunte avergonzada.
—Oh, no, son mis ojos reales—sonrio—Tus ojos también son muy hermosos, junto con tus labios, en especial cuando sonries.
Bien, este chico hace que pase de mi ser una chica palida a ser tan roja como la nariz de Rodolfo el reno.
—Gracias—susurre bajando la mirada.
—De nada—me miro con sus maravillosos ojos.
—Oh mira—dije apuntando una tienda que tenia nutella acomodada en un mueble—¡NUTELLA!
—Hahahahaha—rió—¿Quieres que vayamos?
—Si, si, si, si, si, si, si—dije emocionada.
—Vamos entonces—dijo aun riendo.
