Prólogo

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El aroma a dulce y café invaden su olfato al entrar en la pequeña y acogedora cafetería, el castañeo de sus dientes y el temblor de su cuerpo seguían presentes pero poco a poco el alivio lo invadía al sentir lo cálido del lugar pues el intenso frío de afuera lo había obligado a buscar donde resguardarse. Comenzó a caminar por el lugar agradeciendo que hubiera terminado en un sitio tan tranquilo y silencioso como lo era ese.

Buscando alrededor vio un lugar vacío justo al lado de un inmenso ventanal que daba vista al solitario parque que había enfrente, dejaba ver cómo el aire movía violentamente las ramas de los árboles y como las personas que aún permanecían por la calle se apresuraban a buscar refugio del gélido clima que azotaba a la ciudad. Caminó hasta sentarse en el cómodo sofá de dos plazas, sacó su laptop colocándola en la pequeña mesilla que se encontraba delante de él y haciendo click un par de veces en algunas carpetas finalmente encontrando el documento que necesitaba, guardado como "Borrador, el libro, si es que así se le podía llamar, que desde hace meses intentaba escribir pero que por alguna extraña razón siempre terminaba borrando cualquier proceso ya que no encontraba sentido alguno en ese montón de absurdas y vanas palabras que de una u otra manera lograba escribir.

Al cabo de un rato, tras de miles de intentos, búsquedas de inspiración por internet  y seis tazas y media de café, lee lo que ha escrito hasta ese momento y tal y como es de esperarse; es un total fiasco. Instantáneamente, borra todo maldiciendo mentalmente su incapacidad y falta de imaginación. Refriega airado su rostro entre sus manos tratando de calmar todo el enojo y las gigantescas ganas que tiene de lanzar su laptop y destrozarla contra la pared. Se desplaza hacia abajo, frustrado, por su asiento dejando por unos instantes de lado ese atroz texto. Siente como la cabeza comienza a dolerle, así que decide distraerse unos segundos tomando un par de sorbos de la taza de café mientras ve por el ventanal lo desolado que se encuentra afuera, viendo cómo el cielo comienza a teñirse por tonos rosas y anaranjados por la llegada de lo que parece ser el atardecer. Extrañado sin creer que ha pasado ya tanto tiempo toma su teléfono y ve la hora notando lo tarde que es; 6:00 pm.

- Genial, otro día que se va a la mierda - reniega comenzando a guardar sin muchos ánimos todas sus cosas y poder llegar a casa, lazarse sobre su cama, tomar un trago y dejar que la miseria lo invadiera.

No es que Louis sea un mal escritor , en lo absoluto pues ha escrito ya cinco libros que han tenido un gran éxito en los últimos años, ha sido llamado por programas televisivos, entrevistas, firmas de autógrafos y a todas las oportunidades que se le han presentado gracias a su talento. Es por eso que la frustración que siente es tan grande ya que ¿cómo puede ser posible que no pueda escribir ni un solo maldito fragmento? Vaya, su carrera acabada antes de los 25, grandioso.

Rendido se levanta colocando el maletín sobre su hombro, saca un par de billetes de su billetera dejándolos sobre la mesa y cuando se prepara para irse algo capta su atención o mejor dicho alguien. Louis se acerca un poco más a la ventana queriendo ver aún mejor a ese alguien que camina al otro lado de la calle, sin poder apartar la vista de él comienza a detallar desde su enorme sudadera azul, sus ajustados pantalones tubo negros y una peculiar y llamativa mochila rosa colgando en su espalda, hasta el beanie gris que cubre unos perfectos rizos castaños. Inexplicablemente desea estar cerca de él, poder apreciar mejor su rostro y ver de cerca cuál será el color de sus ojos o de sus labios. Todo del rizado lo atrapa enseguida, era la mejor vista que podría tener, aún mejor que el paisaje creado por el estallido de colores que el cielo producía.

Sin percatarse, Louis vuelve a sentarse en el sofá negándose a apartar la vista, observando como sonreía ampliamente como si la baja temperatura no le afectará, mientras caminaba por toda la acera hasta llegar a una banca que se ubicaba justo frente a la cafetería, dándole una perfecta vista de él . "Vaya suerte"  pensó sonriendo aliviado de poder seguir apreciándolo un poco más.

- Es lindo, ¿no es así? - dijo una voz a sus espaldas sobresaltándolo, haciendo que se volteara enseguida a ver quien lo había atrapado.

- ¿Q-que? - dijo enredándose un poco con su lengua al tratar de contestarle al rubio que lo veía con una sonrisa burlona sobre los labios.

- El Chico - dijo obvio apuntando hacia dónde estaba - ¿qué no era a quien vigilabas? - pregunto frunciendo levemente el ceño, haciéndose el desentendido.

- Si, no - carraspeó maldiciendo el  actuar como un idiota - no estaba vigilándolo... - dejó las palabras en el aire al no saber que decir pues ya lo habían descubierto ¿no?

- Te entiendo - lo tranquilizo el rubio con una sonrisa comprensiva - cuando lo vi por primera vez también me pasó lo mismo - dijo guiñándole.

- ¿Viene por aquí seguido? - pregunto al instante sin percatarse de lo que decía, sintiendo un sutil cosquilleo en el estómago que no supo explicar y que por el momento, había decidido ignorar.

- En realidad no - contesto encogiéndose de hombros.

- Oh - fue lo único que logró decir sin poder disimular su notoria decepción.

-  No, no me refería a eso - hablo  rápidamente el chico al darse cuenta de su expresión - es decir, viene todos los días a esta hora y se sienta en esa banca por unas horas pero solo algunas veces entra aquí, bebe un té, lee algo y se va - explica apresurado.

- Oh - repite pero esta vez de manera más animada acompañada de una pequeña sonrisa que intenta erradamente por ocultar - es bueno saberlo - dijo agradeciéndole más de lo que el chico pensaba o tal vez se lo imaginaba pues la mirada de Louis hablaba por si misma.

- Apuesto a que si - asiente el chico rubio con una amigable sonrisa - bueno yo debo volver al trabajo - apunta la charola vacía en sus manos mientras da la vuelta comenzando a caminar - por cierto- se detiene a verlo -  soy Niall

- Louis - responde el ojiazul.

- Un gusto Louis, espero verte de nuevo - fue lo último que dijo Niall antes de finalmente marcharse.

- Más pronto de lo que crees - asegura Louis al quedarse solo , clavando instintivamente sus ojos al otro lado de la calle.






Bueno , aquí esta el primer capítulo espero les guste!!
No saben cuánto tuve que editarlo para que quedara presentable :'v

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Lxs amo ❤️
-Divalarry

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