Querida Abby

El Ataque de La Tuerca Voladora

Poco después de haber saludado a esa señorita, fui a dormir. Sí, soy un niño bien, no duermo muy tarde.

El grito de una chica diciendo "¡Despierta ya!" fue más que suficiente para que mi cuerpo terminara en el suelo de un susto.

- Mierda... -

Me quedé tendido en el suelo unos minutos para levantarme y estirar los brazos, vi alrededor; una cama desecha, una televisión pequeña con una lámpara encima, algunos muebles y estantes llenos de libros, ropa en el suelo... Mi mente procesó la seguridad de mi habitación de la que me iba a despojar.

Usando solo un short salí de la habitación y caminé por el pasillo hasta el baño, una vez ahí adentro lo primero que hice fue pasarme una mano por mi cabello negro y quedarme observando la nada unos segundos.

Me lavé los dientes, hice mis necesidades y salí de ahí cómo un zombie con los cabellos apuntando a todas direcciones.
Bajé las escaleras y giré hacia la derecha para entrar a la cocina, en dónde unos ojos negros hablaban con la cuchara en voz baja.
- O sea... Qué loco... - Dijo Alaska, en un murmuro.
Mis pies me llevaron hasta la alacena y saqué una taza, le puse cereales y leche y la dejé sobre la mesa.
- Y fue muy divertido también... -
Mi hermana era bastante rara, a sus joviales 13 años seguía siendo infantil y con costumbres extrañas, y aunque no por eso la amaba menos, es raro escuchar a alguien hablar con una cuchara, ¿O no?

Procedí a sentarme y comer mis cereales mientras observaba los rasgos de mi hermanita.
Pecosa, piel morena, ojos oscuros, cabello largo y con ondas, un poco rellenita y una nariz redonda y pequeña.

Sonreí para mí mismo mientras recordaba a la lady de la noche anterior, primer pensamiento coherente de la mañana.

Al terminar mi desayuno fui de nuevo a mi habitación con las intenciones de vestirme... Y volverle a hablar a esa chica.

CHAT

Eres asombroso.
Recibido. Visto. (La noche anterior.)

Buenos días.
¿A qué se debe el halago?
Enviado. Visto.

Respondiste todos mis poemas con otro, es asombroso.
Recibido. Visto.

No soy asombroso, soy solo una persona a la que le gusta desatar los nudos que son en si los sentimientos con palabras.
Tú eres la asombrosa, jamás encontré a alguien que describa tan hermoso la sutileza de la tristeza y la maldad.
Enviado. Visto.

Desde mi punto de vista, eso te vuelve asombroso.
Recibido. Visto.

¿Qué te inspiró a escribir?
Enviado. Visto.

El hecho de no poder expresarme.
¿Y a tí?
Recibido. Visto.

¿A mí?... Pues, supongo que el hecho de querer vivir de una forma más cruda, las letras te tiran a un lago, y tú decides si nadarte o ahogarte en él.
Enviado. Visto.

¿Y tú que decidiste hacer?
Recibido. Visto.

¿Yo? Decidí salir de el lago y volar, volar hasta lo más alto y jugar a hacer clavados de distintas maneras.
Enviado. Visto.

¿Y eso te hace sentir viva?
Recibido. Visto.

Narra Ever.

En ese momento mi mente lo repitió una y otra vez, cómo si de un mantra se tratara.
"Viva... Viva... Viva..."
Ella pensaba que yo era una chica.

Tenía dos opciones, decirle la verdad y arriesgarme a perder a la única persona que en bastante tiempo había despertado un interés genuino en mí... O arriesgarme y seguir el juego de que soy chica, sabiendo que soy muy mal mentiroso...

Algo frío golpeó mi tórax repentinamente, volteé para encontrarme con una tuerca en el suelo y nadie en la habitación...
Observé algo desconcertado hacia mu alrededor, bajé los hombros y volví a concentrarme en mi móvil.

CHAT

Me hace vivir, punto.
Enviado. Visto.