La foto de una desconocida - CAMREN

Introducción

——Te amo Lauren Jauregui—— la besé una vez más, ella ocultó su rostro entre mi cuello y mi mandíbula--te amo muchísimo (capítulo 27_ La dueña de mi memoria)

Desperté por la mañana con un poco de malestar. Sentía mis ojos un poco hinchados y mis labios lastimados.

Me dolía la cabeza y no podía pensar con claridad. Me senté al filo de la cama y cubrí mis ojos con las manos.

Imágenes algo borrosas aparecieron en mi cabeza, como si todo lo que el día anterior hubiera sido irreal. Mis manos sintieron una vez más el cuerpo de Camila, recorriendo cada espacio de su piel y mis ojos recordaron su majestuosa silueta, me había entregado a ella en alma, algo más que carnal. Me había atado a ella de una manera tan profunda, que para explicarla necesitaría un libro de poesía y un lienzo interminable.

--¿estas bien? -- sentí unas manos recorrer mi espalda hasta llegar a mi abdomen. Sonreí, recordando que Camila estaba aquí conmigo, que todo había sucedido y que no podía hacer nada más que amarla con locura.

--me duele un poco la cabeza. Pero estoy bien. ¿Tu como amaneciste preciosa? -- me gire para dale un beso en la mejilla. Si tan solo supiera lo que mi cabeza formulaba al verla, seguramente no me lo creería.

--un poco cansada pero tendré tiempo para descansar después-- las mejilla de Camila tenían una tonalidad un poco rosada y sus labios estaban igual o más hinchados que los míos.

--no sabes cuanta falta me vas a hacer Camz-- una pequeña, apenas visible lágrima comenzó a caer por su mejilla.

--te escribiré todos los días, así estaremos juntas a través de letras. -- junte nuestras frentes y con mis manos sujete ligeramente sus mejillas.

La puerta se abrió despacio y Camila de un salto se escondió bajo las sábanas.

--Lau! Uy! Lo siento.-- reí al ver la sorpresa de mi madre-- ya es hora de que te prepares, en media hora vendrán a recogerte.

Un largo y pesado suspiro salió de mi boca.

--¿te quedarás hasta que me vaya? - - Camila salió de su escondite. -- mi mamá ya se fue. Imagina que eras tú, luego hablo con ella.

--¿de verdad tienes que irte?

--ya hablamos de esto. No hagas esto más difícil de lo que ya son Camila, sabes que te amo con todo mi corazón pero ahora es tarde para decisiones. -- me levante hacia el baño, estaba enojada. No con ella, conmigo.

--no te molestes Lau, sabes que te amo y ya me disculpe por lo que pasó. No fue mi culpa y la tuya tampoco.  Estoy aceptando que tengas que irte, así me duela. -- detuve mi paso. -- ve a bañarte, recogeré mis cosas para bajar juntas a desayunar. -- estuve unos segundos conteniendo mis lágrimas. Me voltee a mirar a Camila, estaba de espaldas con su camisa a medio poner. Camine hacia ella y la abrace por la espalda.

--quisiera que las cosas fueran diferentes Camz, si pudiera cambiar todo, lo haría sin pensarlo-- se volteo para quedar frente a mí y sonrió levemente.

--lo sé, y si no te apuras te iras sucia-- toco mi nariz con su dedo índice y se alejo de mi, reí para mi y fui al baño para asearme un poco.

Mi madre preparar waffles con chocolate y frutos rojos, mi desayuno de despedida. Evite que hiciera preguntas sobre Camila, se veía un poco molesta pero no dijo nada para evitar una escena.

--creo que es hora de irme-- dije limpiando la comisura de mis labios con la servilleta. -- mamá, no llames a mis hermanos. Me despedí de ellos por la noche y no quiero que vean cuando me vaya-- ella asintió con la cabeza