II.

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Jinyoung estaba sentado sobre el sofá, esperaba a Jaebum quien llenaba la tina para que el pelinegro no se deshidratara por el cambio de ambiente, a pesar de que este le había dicho que podía vivir un par de horas fuera del agua.

Sonriendo recorrió el lugar con la mirada, la casa era diferente a lo que pensaba, el lugar era pequeño, de dos ambientes, la cocina estaba cercana a la sala, mientras el sofá donde se encontraba ocupaba gran parte de la sala, y frente a él, un gran cuadro negro.

—Jinyoung, ¿debe ser agua salada?, —preguntó el castaño, dentro de la cocina.

—No, pero sería ideal, el agua salada es donde vivo de todos modos, estoy acostumbrado a ella. —su mirada viajó al rostro preocupado del chico. —pero puedo vivir en ella, no tienes que preocuparte, estaré bien. —sonrió intentando acomodarse en el sofá para mirar al castaño.

—¿De verdad?, no quiero que te haga daño. —suspiró acercándose al pelinegro, para sentarse en la alfombra. Aun no podía creer estar hablando con un tritón, su cuerpo se estremecía cada vez que observaba aquella cola aun cubierta por su chaqueta, su aleta inferior se movía de arriba hacia abajo.

—Se supone que unos días no me haría mal estar allí, además es solo para humedecer la cola, puedo vivir del oxígeno.

—Está bien, ¿quieres ir, o tienes hambre, o quieres ver televisión?

—Quiero ir, pero quiero seguir hablando contigo —suspiró el pelinegro mirando al humano, dibujando un puchero en su rostro, quería conocer más de aquel chico, como vivía, las cosas que hacía, los lugares que conocía.

—¿Qué tal si te llevo, preparo la comida y luego volvemos aquí a hablar? —sonrió revolviendo el cabello del chico, haciendo que su rostro se iluminara.

—Pero eso sería mucho esfuerzo, sé que no soy liviano como en el agua.

—No te preocupes, por un chico como tú, no me importa cargarte por todos lados —rió levantándose para quitar la chaqueta y cargar al pelinegro en dirección al baño, el agua en la tina estaba fría, pero no debiera ser un problema ya que es la temperatura del océano, pensaba antes de dejar al chico dentro de la tina.

Jinyoung se abrazó al castaño, ocultando su sonrojo mirando por sobre el hombro del chico, las figuras que llamaron su atención se alejaban, dando paso a una blanca habitación, lejana y con una extraña silla al lado de la tina. —¿por qué tienen una silla aquí? —preguntó apuntando el aparato, mientras asomaba su torso fuera de la tina, y moviendo su cola bajo el agua.

—No es una silla —rió Jaebum, sentándose de igual manera sobre la tapa. —es para defecar. —revolvió nuevamente el cabello del chico, —¿Qué deseas para comer?, o mejor, ¿que puedes comer?

—Puedo comer de todo, mi sistema muy resistente así que lo que desees, te acompañare. —sonrió mojando sus brazos y torso, notando como la playera se encontraba con ciertos cortes debido al oleaje.

—Pensé que no usaban ropa bajo el océano. —pensó en voz alta el castaño, mirando atentamente el recorrido de las manos del pelinegro.

—¡Claro que sí!, no somos trogloditas, conocemos el pudor, —bufó el pelinegro, —Pero esta se encuentra desgarrada, no puedo seguir usándola. —murmuró abriendo los agujeros con sus dedos.

—Si quieres puedes quitártela, te daré una de las mías.

El pelinegro asintió, quitándose la ropa para dejar está dentro del agua, Jaebum miró atento el cuerpo del chico, realmente se veía igual al de un humano, solo con pequeños cortes en su cuello, asumiendo que eran las branquias, que le permitían respirar bajo el agua, una vez más se perdía mirando aquel chico, su cola era fantástica, el color perlado se mezclaba perfectamente con su piel blanquecina. Debía controlar sus manos, ellas deseaban recorrer la piel y aquellas escamas que se mezclaban, la curiosidad de conocer cómo se sentía el cambio de textura lo estaba matando.

—Jaebum... ¿Pasa algo?

Negando el castaño sonrió, entrando a su cuarto para tomar una de sus playeras, tomó una gris, manga corta, pesando que quedaría bien en el delgado cuerpo. Entrego la prenda, yendo a la cocina para preparar la cena, algo probablemente sencillo, deseaba preguntar tantas cosas al chico en su bañera, pero no quería ponerle nervioso, suspirando terminó por servir en dos platillos dispuestos en la mesa de café.

—¿cómo puedes comer con eso? —apunto los palillos, intentando tomarlos de igual manera, dificultando la tarea la fina membrana que unía sus dedos. Jaebum sonrió, dejando de beber su té frío para ayudar al pelinegro.

—Solo tienes que tomarlos así. —su mano tomó la del pelinegro, acomodando los palillos, sonriendo al notar aquella membrana. —fascinante. —susurró acariciando la piel comparando su mano con la de él.

Sonrojado sonrió Jinyoung, —nos ayuda a nadar con mayor facilidad. —murmuró viendo como el mayor comparaba su mano con la de él, la temperatura era distinta, la suavidad también, incluso la forma de las uñas.

Jaebum le entrego la cuchara al chico, sonriendo al ver como disfrutaba de aquel bocado de arroz junto a atún con kimchi.

—Esto es delicioso, no sabía que el atún de podía comer de esta manera, generalmente lo comemos con algas y algunas otras plantas marinas. —comentó antes de continuar con la comida hasta finalizar. —Fue una comida deliciosa. La disfruté demasiado Jaebum. —sonrió mirando al castaño.

—Es bueno que alguien disfrute de mi comida. —comentó llevando los platos a la cocina para limpiarlos.

Volviendo a los pocos minutos, Jinyoung se encontraba mirando aquel negro cuadro en la pared, era una extraña pieza de decoración.

—¿Quieres ver televisión? —encendió la tv, cambiando entre los canales, buscando algo que pudiera entretener al pelinegro. Al momento de encontrarlo se detuvo, mostrando la vida salvaje de diversos paisajes, aquel canal siempre mostraba diversos lugares y le ayudaba para planificar sus viajes.

—¿¡Pueden ver el mundo a través de ese cuadro!?

—Es una televisión, puedes ver desde otros lugares, hasta acontecimientos dentro del país.

—Entiendo... no tenemos algo así en el océano, tampoco es necesario, nos informamos viajando entre diversas comunidades. —sonrió mirando al castaño, tomando el control para cambiar entre los diversos canales sin borrar aquella amplia sonrisa llena de admiración. —Esto es fantástico, es tan distinto.

Jaebum únicamente podía observar al chico, era increíble, lentamente sus ojos se cerraban, estaba agotado, su cuerpo le exigía dormir un poco, el día fue arduo, además de cargar al pelinegro de un lugar a otro había agotado sus energías.

—Jaebum... —una voz débil le resonaba en el cuarto, mientras su cuerpo era sacudido con suavidad. —Despierta, debo ir al agua. —susurró Jinyoung sin dejar de moverle.

El castaño abrió los ojos, sorprendiéndose al ver al pelinegro mirando fijamente su rostro, extrañamente cerca del propio. Se aparto rápidamente escuchando nuevamente al pelinegro pedirle que le llevará a la tina, estaba débil. Corrió con el chico en sus brazos dejando a este en el lugar, quien se sumergió, mojando desde su cabeza hasta la punta de su cola, y rápidamente su rostro cambio, sonriendo cansado, y dejando salir un bostezo.

—Descansa, mañana podemos hacer algo para que estés en la sala sin necesidad de correr a la tina. —bostezo tapando su boca el castaño, para luego revolver sus cabellos. —Una piscina pequeña no creo que sea cara —sonrió despidiéndose del menor para entrar a su habitación y tomar el libro que leía, hasta caer dormido. 

Summer Splash! [JJ project/Bnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora