Por las mañanas admiro tu inocencia,
y cómo de mar sereno te conviertes en tormenta.
A veces, el universo se destruye en tu ausencia.
El dolor sin ti aumenta.
Reservas eternas de néctar que se inyectan,
como locos, los enamorados.
Nuestros sentimientos jamás se proyectan
y nos desquiciamos como pequeños peces dorados.
Y la eternidad literal se deshace en tu ausencia.
Se acaba todo poco a poco,
hasta que el corazón ya no ofrece resistencia.
Dicen que las letanías son el remedio del loco.
Se rompió el equilibrio en el tiempo y el espacio,
se acabaron las estrellas que dictaban el dolor.
Descubriremos nuevos mundos despacio,
hasta que las letanías restauren lentamente al mundo con su color.