El heroico acto de ser padres

La noticia

Lo primero que vio al despertar, fue el rostro preocupado de Barry. Luego, se percató de que estaba sobre el suelo. Hal se preguntó si había recibido un golpe contundente que lo hubiera dejado noqueado, pero estaba en la sala de su departamento y no vestía el traje de guardián espacial. El anillo de poder seguía en su mano, en esa misma que Barry sostenía y presionaba ligeramente.

—Hal ¿estás bien?

Jordan respiró de forma profunda para traer todo el oxígeno posible a su cerebro. Se enderezó, sentándose sin sentir aún la coordinación suficiente para ponerse de pie. Barry agitaba su mano a una velocidad increíble creando una corriente suave de aire, para él.

— ¿Qué acaba de pasar? —Miró alrededor, la merienda estaba servida, las sillas estaban volcadas y él se encontraba peligrosamente cerca de una así que era sencillo asumir que había caído al suelo desde la silla.

— Te desvaneciste, Hal.

— ¿Me desvanecí? Eso es absurdo, los hombres de verdad no nos desvanecemos, ni nos desmayamos, solo tomamos descansos repentinos.

Barry se rio con alivio al ver que su esposo se encontraba bien, desorientado, pero bien.

— Te dije que íbamos a ser padres.

—Eso ya me lo habías dicho hace un mes —La mirada de Hal se inundó de amor mientras aprovechaba su posición y volvía a acostarse en el suelo para poder estar más cerca del vientre de Barry.

—Pero son gemelos, cariño —Barry acarició, conciliadoramente, el cabello castaño del hombre al que amaba y Hal volvió a sentirse mareado.