Prólogo.

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La mañana fría y opaca, anunciaba la llegada del invierno; Ana se despertaba con cierta felicidad de saber que su nueva hermana nacería pronto, desde que se enteró de esto espera aquel día con impaciencia.

Su pequeña perrita saltó sobre ella y empezó a lamer toda su cara, con diversión le siguió el juego hasta que la alarma de su celular sonó, Coco bajó de la cama y Ana desactivó la alarma. La morena arregló su habitación y fue a darse una ducha, se cambió su ropa, bajo a la primera planta y desayuno alegremente con su madre y Coco.

—Buenos días, hija. ¿Cómo estás? —La señora llevo un sorbo de café a su boca.

—Buenos días mami. Muy bien, gracias ¿y tú? —Respondió con entusiasmo.

—Igualmente, tu padre dijo que tu podías escoger el nombre de la bebe.

—Nicole Rivera, me gusta ese nombre. —Ana termino su desayuno y tomo una tostada extra.

—También me gusta, por cierto, recuerda que empiezas la escuela en tres días. Tu papa ya consiguió tus útiles.

Solo amigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora