Un poco sobre Leira

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  En un lugar alejado de aventuras, había un pequeño pueblo de Hobbits y en ese escondido lugar, vivía una pequeña joven de cabellos rizados y ojos miel. Como siempre estaba descalza en el entrada de su hogar, ella era Leira Tuk le gustaban los vestidos y cuidar los animales. Ese día aunque no lo pareciera era especial, Leira cumplía años pero como siempre no quiso celebrarlo, esa tarde y se dedico a mirar al horizonte como todos los días pensando en las cosas que podía hacer fuera de la pequeña comarca, en las aventuras que quizás podía tener. A veces recordaba a sus antepasados y las leyendas que se contaban sobre ellos "tengo sangre de aventurera" pensaba, luego rápidamente desechaba esas ideas ya que los Hobbits no hacen esas cosas, pero aun podía imaginar. La joven se veía en barcos buscando grandes aventuras junto a piratas o volando sobre dragones o hasta quizás peleando contra orcos.

Esa tarde parecía ser como cualquier otra pero lo que su imaginación gritaba sucedió. Un caballo y su jinete entraron a la pequeña comarca, el caballo era montado por un hombre con una capa que no permitía ver su rostro, justamente tocó la puerta de la joven Leira, esta muy asustada no le quedo mas que abrir, los demás habitantes la miraron con desdén, no era común ver a un jinete y menos que alguien tocara la puerta de la joven Hobbit que era popular en su pequeño hogar por no tener amigos. Al abrir la puerta el hombre de capa dejo a relucir su rostro y una gran barba-Buenos tardes pequeña Leira, soy Gandalf y vengo a ti para darte un regalo por tu cumpleaños- La joven quedo con la boca abierta y los ojos como platos, fueron unos minutos de silencio-Donde están mis modales, pase pase- le dijo la joven al mago, le sirvió una taza de té y unos bocadillos, ya los dos instalados en la mesa comenzaron a hablar-Años han pasado y desde hace mucho que no venía a la comarca, ya muchas de mis historias son olvidadas- -Ya esas historias son leyendas- agregó la joven.-Me recuerdas a tus antepasados- dijo el mago sonriendo -Lamentablemente soy la última de los Tuk- dijo la joven suspirando -Por eso estoy aquí, vengo a darte tu regalo de cumpleaños- El mago abrió un pequeño bolso y le entrego un cuaderno y un lápiz de un color dorado muy brillante y hermoso, Leira aun más impresionada que antes lo recibió sin pronunciar palabra alguna-Bueno joven Leira, solo escribe las aventuras que tanto deseas, lo que es yo debo retirarme, tengo mucho que hacer aun- dijo el mago ordenándose para retirarse -Muchas gracias Señor Gandalf--Solo dime Gandalf pequeña, volveré más pronto de lo que crees- dicho esto el mago se subió a su caballo y desapareció con el atardecer.Esa noche  Leira no creía lo que había pasado, no podía dormir, entonces se levanto de la cama abrió su nuevo libro -Debo estar loca- se dijo, pero sin eviarlo escribió lo que imaginaba, se pasó escribiendo aventuras que nunca tendría, luego muy cansada se fue a dormir.Al día siguiente leyó sus escritos y era como si los viviera, de hecho al leerlos ella estaba allí podía pelear y vivir esas aventuras, Leira se dijo a si misma "no es posible, si estoy sentada en mi casa"pero en una historia Leira fue herida y al parar de leer, ella tenía la misma herida en su brazo.

Leira TukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora