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Si de algo estaba seguro trás sus dieciocho años vida, era que había nacido para correr.

Su pasión por las carreras no nacía por grandes cantidades de dinero que se manejaban entre los participantes, ni tampoco por las sensuales y bellas chicas que asistían a los eventos clandestinos, todo era por el amor a la velocidad.

Cada vez que pisaba el acelerador a fondo, su piel se tornaba de gallina al oír el rugido del motor, la adrenalina que sentía recorrer todo su cuerpo era por causa de la aceleración, simplemente le hacían sentir que estaba vivo, podía sentir que era inmortal.

El deportivo que conducía aquella noche de verano destacaba por sobre todos los increíbles modelos que habían en el lugar donde se reunían los amantes de la velocidad y las carreras clandestinas como él.

Todas las miradas de los asistentes se posaban en la fina carrocería del vehículo a medida que avanzaba entre la multitud hacia la línea de partida.

Era momento de correr.

Su cuerpo se preparaba para la acción, el corazón se le aceleraba de tan sólo imaginarse cruzando en primer luga, los cinco sentidos se agudizaron, sus manos se tensaron al rededor del volante y su respiración se sincronizaba con el rugido del motor .

Una atractiva e increíblemente sexy chica se posicionaba en medio de los deportivos para dar comienzo a la carrera. Con un movimiento de cabeza comprobó que los conductores estuvieran preparados, acto seguido levantó un banderín a la altura de su cabeza y luego de unos segundos de tensión lo dejó caer.

Instantáneamente pisó el acelerador hasta al fondo, saliendo disparado a toda velocidad junto con los cuatro automóviles que estaban corriendo.

Lucas estaba decidido a ganar la carrera. Aquella vez necesitaba de la gran suma de dinero que se daría como recompensa al primer lugar, pues tenía muchos planes que necesitaban del jugoso premio, por otro lado, esa era su última carrera de vacaciones de verano, era final de la temporada.

Presionó el freno y viró en la curva seguido del tercer y cuarto lugar que se aproximaban muy rápidamente, le estaban pisando los talones. Si quería ganar tenía que mantenerse en segundo lugar hasta el final de la carrera, para el dramático final donde pasaría al novato que ahora mismo iba liderando.

Para él, las carreras eran como un juego, lo disfrutaba cada segundo y podría perder la noción de la noche mientras corría por las oscuras calles de la ciudad. A medida que avanzaba por el circuito esperaba atentamente el momento para arrebatar el primer lugar al novato, sin embargo de un segundo al otro y sin hacer esfuerzo se encontraba liderando.

Repentinamente el novato bajó su velocidad y en el mismo instante su amigo le informó que era lo que sucedía.

-Lucas, cambio de planes -habló Jungwoo a través del radio-. Tienes que salir de allí y tomar la siguiente calle a la derecha -indicó a Lucas con voz completamente serena a pesar de la situación-, la meta sigue siendo el mismo punto, debes tener cuidado con los policías de las calles a tu izquierda y por cierto...- hizo una pausa mientras tecleaba algo-.El otro piloto encontró un atajo antes que tú.

Rápidamente tomó el desvío a la derecha, pero fue muy lento, ahora habían dos pilotos delante de suyo, se encontraba en tercer lugar.

Para Lucas sólo existía una manera de ganar, tenía que ir más rápido.

Sin pensarlo, aceleró tanto que si cometía un error y chocaba podría morir a causa del impacto. Rápidamente llego al segundo lugar nuevamente, era temerario, si tenía una oportunidad la tomaba por muy peligrosa que esta fuera.

Una vez más se acercaba a la cabecera. Para su asombro el novato resultó ser un excelente piloto, aquello era muy extraño, pues para ser la primera vez que competía en aquellas calles tenía el nivel de un corredor con mucha experiencia y mientras no cometiera un mínimo error Lucas estaba destinado a llegar en segunda posición.

- Amigo ¿Qué haces? -preguntó Jungwoo preocupado al ver que Lucas seguía en segundo lugar- ¡Tienes que dejarlo atrás ahora mismo o perderás la carrera!

Su amigo lo estaba presionando, sentía el sudor correr por su frente, como sus nudillos dolían de lo fuerte que presionaba el volante, nunca antes habían sentido aquél nerviosismo, aquella inseguridad. Lucas llevaba una racha de victorias irrompible aquel verano y por primera vez aparecía alguien a desafiarle, alguien más veloz que él.

A sólo metros de la meta el chico estaba dando por perdida la carrera, su racha de victorias acabaría la ultima noche de verano por un misterioso novato sin reputación alguna en la ciudad

Lo emocionante de las carreras es que todo puede cambiar en micro segundos y así fue como ocurrió que el novato frenó fuertemente antes de cruzar la meta y dejando la victoria a Lucas.

A pesar de la victoria se sentía sucio, derrotado, desafiado e incluso enfurecido.

Estacionó junto a la multitud que lo esperaba para aclamarlo una vez más como todas las noches de aquel verano, pero no estaba de ánimos para ser festejado, lo que realmente quería era hablar con aquel novato ¿Acaso estaba loco? ¿Qué pasaba por su cabeza? ¿Quién era aquel corredor?

Escapó del tumulto para llegar hasta donde estaba estacionado el deportivo del novato. El chico tenía un casco con visor negro puesto sobre su cabeza que impedía ver su rostro.

Lucas nunca había visto a un piloto de carreras clandestinas usando casco, aquello era cada vez más extraño.

- ¡Hey tú! -gritó para llamar su atención- ¿Qué es lo que sucede contigo?

El chico de aspecto frágil vestía ropa demasiado grande para su delgado cuerpo y el casco sólo ayudaba a que luciera más pequeño de lo que ya era.

El piloto observó a Lucas a través de la visera negra para luego rápidamente subir al coche e intentar huir del lugar sin dejarle sin respuesta.

- ¡Espera, detente!

Lucas desesperado intentó impedir que cerrara la puerta, pero fue distraído por Jungwoo, quien le llamaba a la distancia.

Aprovechándose del momento, el chico misterioso cerró la puerta y salió a toda velocidad para desaparecer del lugar.

- ¡Lucas! -habló Jungwoo cansado por el trote-, aquí está el dinero -dijo mientras le entregaba su parte del dinero a su amigo-. Por cierto ¿Qué hacías con el novato?

Antes de que Lucas pudiera responder un fuerte ruido se acercaba en su dirección, el inconfundible sonido de una sirena de policías se aproximaba peligrosamente. En cosa de segundos todos los vehículos desaparecieron al igual que el público dejando el lugar desierto.

Sin otra opción, tendría que esperar hasta la siguiente carrera para reencontrarse con ese extraño chico.

Run to you | LUCAS NCT  [TERMINADA/REVISIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora