Un fin de semana para recordar "Otra historia cliché"

Sábado 6:00 am, pmmm, pmmmm tocan la puerta

-Karolina ya tienes que levantarte

-5 minutos más –me pongo la almohada en la cara y sigo durmiendo

Se abre la puerta de mi habitación y puedo sentir donde alguien hala de mi cobija, entonces la sostengo con fuerza

-Karolina ya es suficiente ¡tienes que levantarte! –dice una voz ya molesta

-Mamá, no quiero ir

-¡Tienes que ir¡ -dice esto y me mira con desapruebo, al final opto por levantarme e ir directo a la ducha.

Tengo que ir a un maldito campamento, resulta que mi madre cree que "necesito ser más social", y me inscribió a un campamento de dos días en las afueras de la ciudad, y está bien quizá me la pase el día metida en mis libros o viendo series de netflix, quizá no tenga muchos amigos, pero joder me mude River Town hace apenas dos semanas, y si no le hablo a nadie de mi salón pero es que odio a todos, odio esta ciudad, en mi antigua ciudad tenía amigos eran pocos pero no necesitaba más y ahora no pienso remplazarlos, e iré a ese absurdo campamento para complacer a mi madre, a ver si así me deja en paz.

-Bien mamá ya estoy lista –digo volteando los ojos

-¿Piensas ir así vestida?

-Pues sí

Realmente nunca me ha importado como me vea la gente, siempre me pongo lo primero que encuentre no me complico, me puse un jeans, una camiseta negra, me hice una coleta y me puse unos botines.

-Eres hermosa cariño, pero deberías vestirte mejor para salir

En realidad no estoy tan mal, soy una chica de 17 años, blanca de cabello castaño, labios grandes, ojos azules, de más o menos 1.70 de altura con una complexión delgada, sin mucho volumen en el trasero ni en los senos, pero estoy bien, y mi forma de vestir joder, se podría decir que todo me queda bien, pero mi mamá insiste en que me vista mejor.

-Bien me pondré un vestido corto para ir a un campamento –digo con sarcasmo

Esta pone una enorme sonrisa y agrega - bien vamos

-¿Vamos? ¿Cómo que vamos?

-Debo asegurarme de que vayas a ese campamento así que te iré a dejar y no me iré hasta verte en ese autobús

-¡Oh genial! Avergüénzame enfrente de todos

-Karolina sabes que quiero lo mejor para ti

-¿Y entonces porque no me dejas en paz?

-Porqué soy tu madre y te amo

Sin poder refutar ante esa última frase me meto al auto con ella e intento no renegar más así que como está un poco lejos y aún tengo sueño me duermo, mi madre me despierta.

-Y bien hemos llegado

-No pensarás acompañarme hasta el autobús ¿verdad?

-Ah está bien, de aquí te veo, diviértete te amo

-Si claro me divertiré –uso un tono sarcástico

Dicho esto le entrego mi boleta de participación al coach y me meto al autobús, me voy hasta el último asiento, me pongo mis audífonos le subo a la música, saco mi libro y me dispongo a ignorar a todos.

De pronto alguien me toca el brazo, volteo a ver y es una chica delgada morena, cabello negro, vestida muy bonito, que al parecer quiere sentarse junto a mí, tomo mi mochila, la pongo en mis piernas y me corro para que se siente, y bien ahora si cero distracciones, sigo con mi lectura.