A veces me gusta creer que cuando llega la noche y me quito las lentillas, todo lo que he vivido ese día, se queda ahí. Se queda grabado en ellas y yo ya, no tengo nada en la cabeza. No tengo ruido porque no puedo pensar en algo que se queda en un botecito toda una noche pero, al día siguiente cuando me las pongo es cuando vuelvo a recordar todo. Todo con mayúsculas, minúsculas, horas, minutos...
A veces olvidar se hace eterno pero, la distancia hace el olvido y eso estoy intentando, distanciarme. Aun que me meta en tu puto chat ochenta veces. Aun que haya borrado tu número de teléfono y vaya a aprendermelo de memoria porque soy así.
No quiero guardarte rencor, no quiero, asi que si no juegas bien tus cartas esto puede acabar mal para ti, no para mi.
Que si, que me enredo en amores sin ganas ni fuerzas, que uso la música como vía de escape pero parece que todo, jodidamente y absolutamente todo, hable de ti. Que los putos personajes ficticios de una serie de mierda tengan tus putos gestos.
No te odio pero no puedo perdonarte.
No puedo perdonarte porque va a hacer un mes que duermo menos de 6 horas por noche y eso me está afectando.
Me has demostrado que eres exactamente como todo el mundo. ¿Increíble verdad? Que te tenia en el pedestal... pero escucha, te estás escurriendo tú solito hacia el suelo y el único al final, al que le van a hacer daño, es a ti, cariño.
Jugaste con fuego, pero todavía, no te has quemado.