Capitulo 4. Look at me
Me despierto demasiado temprano ese sábado por la mañana para estar por casa aburrida como una perdiz puesto que Anghel trabaja en una cafetería toda la semana incluyendo algunos sábados. Cuando me despierto me encanta acariciar la parte en la que el se acostaba me relajaba sentir el dulce calor de las sabanas y cuando pongo los pies en el suelo al fin me pongo una de sus camisas y inspiro su aroma huele menta mezclada con tabaco.
Cojo la cajetilla de tabaco y el mechero se que no debería hacerlo porque la primera vez que lo hice me dio un ataque de asma en toda regla. Me puse uno en la boca, lo encendí y empecé a dar caladas me encantaba como cada calada se acompasaba con mi respiración acelerada.
- Ya estoy en casa- gritaron desde el recibidor.
- ¿Qué ha pasado? – le pregunto puesto que nunca suele llegar tan temprano.
- Nada importante solo que no había mucha gente hoy me voy a dar una ducha estas perfecta con esa camisa-
Oí como el agua de la ducha caía a presión y me fui a la terraza y me serví una taza de café humeante una para mi y otra para el hacía un par de meses que vivíamos juntos en esta pequeña casa en california cerca de la playa de Malibu.
Hoy no podía hacer menos de treinta grados porque hacía un calor que abundaba esencia y lo menos probable era que Anghel quisiera desayunar en la terraza así que camine hasta la cocina y prepare tostadas y dos jugos naturales. Antes de sentarme en la mesa me taparon los ojos -pensaba que no te gustaba cocinar y mucho menos desayunar en la cocina- Dijo Anghel - tienes razón cocinar me encanta, pero lo desayunar en la cocina teniendo una terraza con vistas al mar lo veo insoportable, pero esto lo hace mas soportable pase mis manos por su cuello y lo beso-
Hacía un mes que no iba al reino no me hacia falta tenia todo lo que quería aquí sus besos me tranquilizaban como una tormenta a la derriba cuando estaba triste el me abrazaba me susurraba de que tienes miedo princesa no voy desaparecer porque me he has robado el corazón bueno no se quien se lo robo a quien le beso poniéndole encima quería sentir sus respiración con cada beso que me daba dar un respingo cada vez que sentía una caricia en la mejilla. Te amo nunca me dejes sola – le susurre en el oído- - Nunca lo are Nadine te amo y me encanta como se te acelera el corazón cada vez que me besas-
Me levanto media hora después dejándolo profundamente dormido en la cama me encantaba hacer eso porque sabia que le relajaba mas que nada en el mundo y cuando abría los ojos siempre lo recibía con un te amo y un dulce y cálido beso en los labios.
-Nadine eres mi vida no se que haría sin ti – me dijo antes de besarme.
- pues lo mismo de ahora no dejar de respirar – susurre cuando me caía una lagrima pues nadie nunca me había dicho nunca esa frase.
-Además recuerda que te ame hasta los confines de la tierra – digo besándole-
- escúchame Nadine mírame cuando esto deje de latir también lo dejara de hacer el mío – Dijo poniendo una mano sobre mi pequeño y frágil corazón que mucha gente se empeño años atrás en lastimar-
- No vuelvas a decir eso nunca me oyes – le beso dejando caer una lagrima.
-Vamos a levantarnos creo que huelo a huevos y patatas con un jugo recién exprimido- Dijo el riendo-
- me encanta ese olfato tuyo – rió diciéndolo
- el me tira a la cama y me besa y me susurra ojala pudiera despertar viendo esa sonrisa tuya todas las mañanas –
-Ya pero sabes que solo puedo venir los fines de semana cuando mis padres no están sabes que no se fían de ti- susurro algo triste porque nunca quería apartarme de él.
- Menos mal que no han intentado meter esa desconfianza en el corazón de su hija – dice algo deprimido
- Nunca podrían porque aunque ellos no te conozcan mi corazón si lo hace y tu haces que siga latiendo – le digo mientras le beso-
- Te amo- me susurro en el oído –
-Amor vamos a desayunar que luego tendré que irme si quiero estar en casa antes de que lleguen mis padres – digo triste-
El se levanta pero antes de caminar directamente a la cocina me besa con deseo al mismo que yo correspondo y en ese momento una pequeña bola de pelo empieza a ronronear mientras se sube a la cama. – venga vamos a desayunar Perséfone-. La pequeña gata que ya tenia seis años empezó a correr como una locomotora hacia la cocina. Espere mientras Anghel se duchaba mirando bocetos que el había echo de gatos negros.
- Tu rostro pálido aléjate de mi dueño- Dijo Persephone-
- Co…¿Cómo es posible que sepas hablar?
- Como lo estoy haciendo ahora pues puedo así que si quieres seguir viviendo aléjate de Anghel- me dijo cambiado sus ojos de un color castaño a un rojo fuego-
- Primero quiero que me digas si de verdad te importa tu dueño Persephone – Susurre en un hilo de voz-
- Claro que me importa pero que sabrá una chica sin corazón que quiere vivir en el mundo humano sin serlo – Dijo Persephone arañándome-
- Cuidado estúpida gata la baje del sofá- algo enfadada
-Cogí una hoja y un sobre y escribí esto en ella- me temblaba la mano puesto que estaba llorando
Anghel no podemos volver a vernos no es fácil escribir esto para mi por eso te pido que no me busques puesto que no me vas a encontrar porque me iré de la ciudad hasta siempre corazón. La metí en el sobre y lo deje en la mesa saliendo de allí corriendo abnegada en lagrimas llegue a casa y entre y me senté en el sofá hasta que llegaron mis padres y luego me fui a mi cuarto y encendí el ordenador portátil y me derrumbe al ver la foto de perfil lo apague y me quede en la oscuridad de la noche sin poder dormir.
Cuando amaneció fue a la cocina y me lo encontré - tenemos que hablar me dijo entre lagrima-. - Tu y yo no tenemos nada de que hablar ya no confió en ti o es que no lo entiendes – Dije con la voz queda-. – Eso es mentira sino no estaría apunto de derramar y morir abnegada en lagrimas – Dijo el triste-
- Lárgate le grite enfadada fuera antes de que te mate aquí mismo- - Hazlo porque con tu indiferencia ya lo estas haciendo- Dijo el-.
Agarre un cuchillo de unos de los cajones pero antes de que el pudiera hablar lo guarde y mis padres ya habían aparecido -pequeña las maletas ya están en el coche- susurraron asustados-
-Él me agarro solo quiero que me mires y que recuerdes esta cara porque este será el ultimo día que me veas sino das vuelta atrás a todo esto- me dijo el-
Subí al coche dejando atrás mi antigua vida.
