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2 Amigos, Minghao y Mingyu, decidieron ir unos 3 días de camping a un bosque, por simple aburrimiento. Llevaron las cosas necesarias para por lo menos sobrevivir, y se instalaron en un espacio vacío entre los árboles y arbustos.

Con ya una carpa y fogata armadas, y sus estómagos llenos de sándwiches de jamón y queso, Minghao pensó que ya iban a ir a dormirse. Pero Mingyu solo río al entrar a la campaña y ver al menor metido en su bolsa de dormir.

—¿Qué? Pensé que estabas bromeando cuando decías que irías a dormir.

—¿Qué tiene de malo? ¿Se te ocurre algo más interesante para hacer en un bosque vacío y sin señal?

—Uh ¿Obvio?

Ahora el chino lo miró intrigado, no entendía que rayos habia en la cabeza del más en ese momento, pero sus ideas nunca eran buenas.

—¿Me estás jodiendo? ¿En qué carajo estás pensando? Duerme de una maldita vez.

—Ugh, eres un amargado. ¿Qué acaso no te das cuenta de que estamos en medio de un bosque?

—Wow, pensé que estábamos en la playa, gracias por aclarar, Kim pendejo Mingyu.

—Cierra el pico. Sabes que, iba a ir contigo a investigar el bosque por puro aburrimiento, pero ahora solo quiero llevarte para que te coman los osos.

—¿Qué? Acá no hay osos... ¿O si?

—No lo sé ¿Estás asustado, Seo Myeongho?

—Ya te dije que soy Minghao. Y no, no estoy asustado, Kim Mingyu.

—Pff, pruébalo.

—Con gusto.

Minghao se sacó de encima la bolsa que lo envolvía, y se levantó con bronca de ella. Empujó a Mingyu con su hombro cuando pasó a su lado, provocando que el afectado solo ría. Cerraron la carpa, y el más alto tomó la linterna, mientras el contrario activó el flash en su celular.

Dudaron de que algo desapareciera, es decir ¿Quien estaría en un bosque? Nadie, solo ellos. Aunque ladrones podría haber en todos lados, pero no lo pensaron muy bien.

Se adentraron en una arbolada, habían ramas y arbustos por todos lados, se hacía difícil caminar entre estos. De un momento a otro, el clima se volvió frío y sombrío, había un olor raro. Y Mingyu podía afirmar que ese era un olor a cementerio.

Y efectivamente, cuando pudieron ver un rayo de luz entre los árboles, pudieron ver un conjunto de lápidas, decoradas con flores y demás, y detrás de estas había un edificio, con ventanas rotas y partes de construcción destruidas, como si estuviese abandonado.

Era una mentira si decíamos que Mingyu no estaba asustado, y entre en silencio que había, fue inevitable no escuchar como tragó. Minghao Sonrió ladino ante ese sonido, sabía lo asustadizo que era el de piel morena, así que se divertiria un poco con eso.

Rápidamente, grito y señaló hacia un lado invisible, como si hubiese visto algo.

—¡Ah! ¿¡Qué hay!? ¿¡Qué viste!?

Y lo había logrado, Mingyu se alarmó. Empezó a reír en forma de burla, y el adverso estaba rojo de furia.

—¿Estás asustado, Mingyu?

—Cierra tu puta boca.

Cuando el ahora enojado volvió a ver de reojo el lugar que señaló el chino, se dio cuenta de que había una gran puerta, exactamente la que llevaba a entrar al edificio. Y no le pareció una mala idea entrar a ver cómo era aquella construcción por dentro.

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⏰ Última actualización: Mar 13, 2018 ⏰

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