Rey de la mafia §JJbek§

IV

Otabek abrió los ojos con dificultad vió un techo blanco intentó levantarse pero un dolor en su espalda baja hizo que gimiera de dolor.

"¡¿Dónde diablos estoy?!" El kazajo recorrió el lugar con la vista era un lugar desconocido, pero se veía que era la habitación de alguien con mucho dinero.

No tardó en darse cuenta que estaba desnudo, intentó levantarse pero el dolor aumentó y provocó perdiera el equilibrio, se sostuvo de un mueble que estaba cerca.

Él estudió el lugar en el que se encontraba.

"Haber una habitación blanca, con muebles caros y modernos, una cama King size, una gran ventana, un espejo de cuerpo completo, dos puertas una me lleva probablemente a la salida y la otra tal vez a un baño..."

Y como si una ola lo hubiese golpeado fue atormentado por los recuerdos de la noche que tuvo con Leroy, empezó a sudar frío.

-Yo...yo...-se encontraba en shock.

Otabek miró el piso tratando de tranquilizarse el respirar se le hacía difícil, su corazón latía muy rápido, sus manos temblaban.

Luego escuchó unos golpes en la ventana, el alzó su cabeza y vio una sombra atravez de las cortinas, él se acercó con dificultad se colocó la sábana alrededor de su cintura, camino sosteniéndose de la pared y otros objetos, corrió las cortinas para ver de quién se trataba.

-¿¡Sala!?- con rapidez abrió la ventana dándole pasó a la susodicha, esta entró cautelosamente, luego se dió cuenta que su amigo se encontraba semidesnudo, pero lo que más la impacto fue...

-Otabek...- la chica lo miraba entre molesta y asustada.

-¿Que pasa?- preguntó y la italiana solo señaló el espejo, Otabek se aproximó a este.

Al ver su reflejo todo su mundo se vino abajo, su cuerpo lleno de marcas, en su pecho estaban las iniciales 'JJ' luego sintió un gran dolor en su entrada, provocando que perdiera el equilibrio pero Sala corrió para sostenerlo.

-Yo...- el kazajo no podía articular palabra alguna.

-¡¿Otabek eso es...?!- dijo la italiana preocupada, de las piernas del susodicho corría semen combinado con sangre.

-¿Dónde estoy? ¿Cuánto tiempo llevo aquí?- preguntó el kazajo con la mirada pérdida.

-Estas en la mansión de Leroy que está a dos horas de las Vegas, para ser exactos en Herdenson y llevas aquí casi dos días...-respondió Sala -Será mejor que nos vayamos antes de que regrese- lo ayudo a que se sentara en la cama, abrió el clóset y vió la ropa, ésta parecía ser nueva, era la talla exacta del kazajo.

"¿Acaso Leroy quería que Otabek se quedará con él?"

Le entrego las prendas tanto ropa interior y la que debía ponerse, se giró para que Otabek pudiese vestirse.

-Si necesitas ayuda avísame

-Gracias

Se escucharon golpes en la puerta, Sala corrió a la ventana, saltó y se sostuvo con unos cuchillos que había clavado en la pared.

-Estare aquí afuera...

Otabek asintió.

-Pase

Entró un hombre vestido de mayordomo con una bandeja.

-Parece que ya despertó, mi amo me ordenó que le diera esto.

En la bandeja habían unas pastillas y un vaso con agua.

-Esto le quitará su dolor- el hombre le hablaba formalmente.

-Gracias...- se tomó una pastilla.