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Mi lápiz...

Mi amigo que lentamente recorre las líneas de mi maltratado cuaderno, acabando así, una vez mas, su corta vida de tinta recargable.

Miro mi muñeca, buscando un reloj que estoy seguro haber tenido, me gustaría saber cuanto tiempo llevo tratando de concentrarme y escribir algo, Pero me doy cuenta de que simplemente mi reloj no está. No importa, lo buscare luego, busco en la pared, pero tampoco está el reloj que había comprado hace menos de una semana, ¿que? La pared tampoco esta, no importa, tengo que escribir.

No encuentro la inspiración, mas que inspiración, necesito concentración, el articulo debería haber estado listo hace horas y ya debería estar llegando a redacción para su posterior publicación en el periódico de mañana.

Busco un no sé que, en la ventana, como si necesitara o extrañara algo de ahí, pero no hay ventana, esto es muy raro; no hay pared, no hay ventana, no hay reloj. No hay nada. Pero nada; digo, mi habitación ahora no es mas que un vacío de color blanco que se extiende mas allá de lo que puedo ver, no hay objetos, no hay cosas, no hay vida, nada mas que yo, mi lápiz, y un cuaderno con frases mil veces tachadas, vueltas a escribir y vueltas otras mil veces a tachar...

Al fin me siento en el suelo, resulta increíble que ya ni escritorio tengo para seguir escribiendo.

De repente una sombra cubre el cuaderno situado en mis piernas, como si alguien hubiese apagado la luz, y descubro esta ahí todo, la lámpara, los muebles, el reloj, la pared, la ventana, siento que cosas han vuelto. me daré vuelta a mirar, lentamente

Levanto la vista de a poco, y giro despacio.

Las cosas se han ido, otra vez. El vacío de nuevo.

Detrás de mi, fuera de mi punto de vista, las cosas existen, pero no puedo verlas.

Es como si todo lo que recordara desapareciera solo para molestarme, o para ayudarme. Si, eso, a concentrarme para poder escribir, pero no puedo porque no ay nada en lo que inspirarme, pues no lo recuerdo, y no lo recuerdo porque no lo veo, y no lo veo, porque lo recuerdo...

Hay algo, mi mente lo recuerda y no desaparece, claro, ¿Cómo no va a desaparecer? Si nunca existió, osea, claro existe, sino no lo sabría, pero es difícil de explicar siendo que esta pero no esta. Esto me está superando

Todo lo que imagino vuela, necesito algo que me clave en el piso inexistente de mi inexistente habitación y que me aclare la pregunta que se acaba de formar en mi mente y me atormenta una y otra vez. ¿Que hago aquí? ¿Cual es mi misión, mi objetivo?

Como alcanzado por un rayo, como si se me llenase el cuerpo con los espíritus de mil demonios, mecánicamente, por instinto, por inercia, tomo el cuaderno me siento y escribo, no parare, seguiré, mi lápiz avanza sin retrasos ni tachando todo lo que escriba. Camina o mas bien corre. Sí, corre lo veo, cada renglón, cada espacio en blanco una nueva pradera, un nuevo monte que recorre libremente el salvaje animal hecho de letras, nunca se había visto antes animal que corriese con tanta libertad y tan majestuosamente.

¿Que es esto? Me gustaría saber explicarme a mi mismo qué es lo que pasó, cómo pasó.

Miro alrededor un momento y vuelvo a comprender. Veo las paredes acolchadas, de blanco color, miro mis pies descalzos y mi torso aprisionado. Comprendo, el trabajo de psiquiatra les debe parecer tan abrumador que deciden liberarse del peso sedando a los pacientes -. -

Vuelvan a sedarme, preferiría volver a ese cuarto vacío,porque por lo menos ahí fui libre, soy libre, además ahí esta mi libreta. Peroal menos esta vez, junto con mandarme a dormir, no se llevaron el reloj quetanto me ayuda a mantener la cordura