»Allá en medio de la nada mora un mal que mas vale no despertar, un mal del que si no tienes cuidado no dudara en acabar contigo«
El bosque Sonagi Village en Yangpyeong-gun, es famoso por todas las leyendas inmersas en el a lo largo de su inmensidad. Un lugar hermoso, sin duda, pero como todo aquello que logra encantar con su belleza, el bosque Sonagi Village es peligroso.
El internado para señoritas Sonagi Village se encontraba en lo mas profundo del bosque, había que recorrer un largo trayecto en auto para poder atisbar señales de civilización. En este, se educaban a las hijas de los mas prestigiosos empresarios de todo el mundo, la colegiatura era demasiado elevada, por lo que no era sencillo mantener a una jovencita en aquel lugar.
Iniciando por la educación preescolar hasta la educación superior y permitir que las señoritas que ahí estudiaban se integraran en la sociedad como mujeres capaces, con las armas suficientes para llevar las riendas del negocio familiar.
—Profesor Pantoja, ¿Listo para un nuevo semestre?— dijo el director, un hombre imponente y con gran porte. Su nombre era Devon Smith.
—Por supuesto que sí.—
Juan de Dios pantoja el profesor de Inglés que había comenzado a dar clases hace poco mas de dos años, era bien parecido, alto y agradable.Se podía asegurar que muchas jovencitas estaban detrás suyo, sin embargo, el joven era demasiado centrado como para prestarles atención.
—Padre, ¿de nuevo mi habitación se encontrara en el ala oeste?— Juan Pablo Jaramillo miró inquisitivo al Director. Llevaba en los brazos un Saxofón y en la espalda una gran maleta.
—Claro que sí Juan— Declaró Devon. —Será tu primer año como pasante. Yo te sugiero que busques al Profesor Pedro Alvares y te familiarices con el lo mas pronto posible. Es un poco impaciente y dado que trabajaras con el en el departamento de música, mas vale establecer relación.—
Juan Pablo asintió al tiempo que comenzaba a alejarse dispuesto a acatar la orden. Sin embargo, unos energéticos brazos rodearon su cuello, quitándole de a poco la respiración.
—¡Vamos Juan, yo te ayudare a buscar a Pedro!—
Dijo Cristóbal Pesce, el profesor de Literatura que había comenzado a dar clases un año después que el profesor Pantoja.Conocía a Jaramillo desde que estudiaba en la secundaria, vivían en el mismo barrio y ambas familias solían llevarse bien.
Jaramillo apreciaba a Cristóbal, sonrió agradecido y ambos desaparecieron dispuestos a encontrar a Pedro.Alejo Igoa saludo al director con una reverencia y a Pantoja con una sonrisa.
—Parece que Juan esta listo para integrarse.— Dijo.
El director sonrió orgulloso.
—Su habitación esta a un lado de la suya profesor Igoa, espero cuide bien de el.—
Alejo asintió.
—Claro que lo haré. —
El profesor Igoa era un profesor de deportes con demasiado prestigio en el país. Enseñaba desde danza clásica hasta basquetbol y fútbol. Le encantaba su trabajo, era sin duda su vocación.
—¡Oh! Director, lo siento, espero no haber llegado tarde.— Zurita aparcó su auto aun lado del de Pantoja y miro a los presentes.
—Me perdí de camino hacia acá, el bosque es demasiado denso y lúgubre. — Se estremeció.El director soltó una risotada.
—Ya se acostumbrara Doctor.— Respondió el viejo.
Zurita miro a Pantoja y Alejo para inclinarse y saludar.
— Mucho gusto, mi nombre es Juan Pablo Zurita y soy el nuevo Doctor del área "medio superior".—
Ambos jóvenes imitaron al chico, presentándose con una enorme sonrisa en el rostro.
Las limusinas y el montón de autos lujosos comenzaban a arribar el estacionamiento del edificio. Las estudiantes comenzaban a llegar, bajando de sus autos y despidiéndose de sus seres queridos. Algunas saludaban a sus amigas mientras otras se colocaban grandes bufandas alrededor del cuello. Pues a pesar de estar en medio de la primavera, el viento se imponía reacio.
El día estaba nublado. Como si advirtiera un silencioso peligro.
El director comenzó a saludar a los padres que se le acercaban, los profesores hacían mismo.
El velador, Daegring, se acercó cojeando hacia donde se encontraba su jefe.
—Señor, esa cosa ha estado un poco intranquila. Creo que no es buena idea comenzar el semestre— Dijo el tétrico y viejo hombre.
Daegring tenia el rostro demacrado, era un ex soldado que había participado en la guerra, por lo cual había perdido un ojo y su pierna estaba chueca a acusa de una mal operación.
—Vamos Daegring, son imaginaciones tuyas, este lugar no tiene nada.— Dijo el director.
—Señor, esta vez creo que despertará. — Insistió el hombre.
—Oh, vamos Daegring. Es mejor que dejes todo eso en el pasado.— interrumpió Pantoja.
El anciano cedió, comprendiendo que no seria tomado enserio. Se alejo cojeando directo al jardín.
El director soltó una efímera risa y negó con la cabeza.
—Ese Daegring y sus imaginaciones.—
Pantoja secundo el acto.
—Aun sigue con aquella descabellada idea.—
Desconcertado, Alejo miro al par de hombres.
—¿Que idea?— Preguntó inocente.
—De hecho, a mi también me gustaría saber.— Dijo Zurita — Espero no sea lo que estoy pensando.—
—Bueno, este sitio fue un manicomio hace unos 52 años, por lo que hay muchas leyendas urbanas a su alrededor. Daegring insiste que hay algo "oculto" muy peligroso.— dijo el director.
Zurita puso los ojos como platos.
—Wow.— Exclamó.
—Nada de eso, este lugar es el que no quería visitar, pensé que no existía. Hay muchas cosas de este sitio en la web y cuando me contrataron paso por mi mente pero en realidad lo descarte al creer que no seria posible.— Zurita se abrazo así mismo. —Es aterrador.—
—Doctor Zurita (?), he dirigido este lugar por mas de 20 años y le aseguró que no hay, no hubo no habrá nada malo.— Aseveró el director.
—Incluso el Profesor Pesce que es el mayor cobarde de la historia vive bien en este lugar.— aseguro Pantoja.
Zurita bajo la mirada, un tanto inseguro. No estaba del todo de acuerdo.
Y vaya que tenia razón, pues aquel lugar estaba apuntó de volverse una sede de un tumulto de hechos desgarradores.
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Anfitrion
FanfictionOculto en el bosque, se encuentra el mas famoso internado para señoritas en Corea del sur. Las hijas de los hombres de negocio más poderosos del mundo son educadas en ese sitio que es famoso por albergar a las jóvenes can inteligencia y belleza. Sin...