Capítulo 13

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Pov's Evan.

Después de que Brent dejará de llorar, me dormí junto a él me duele verlo así es mi mejor amigo y detesto que su abuela lo trate de tal forma.
Salgo de mi burbuja de pensamientos cuando siento que Brent comienza a quejarse el muy imbécil nisiquiera se curo las heridas. Me levanto de la cama  y voy a su baño por el pequeño botiquín que tiene, tomo los algodones y el alcohol y regreso al cuarto.

-Allí tienes para curarte idiota-le extiendo  mi mano donde los algodones ya están listos para usarse, me mira incrédulo [¿Qué?]

-¿Cómo así? ¿No me piensas curar tu mismo?

-Por supuesto que no.

-¿Estas seguro?-Asiento.

-Esta bien pero hoy en la noche no va a haber nada de actividad entre nosotros y yo que te esperaba con ansias y deseo.

-Agh como jodes idiota-Tomo el algodón con alcohol y lo presionó en su labio roto e hinchado.

-¡Con cuidado estúpido que soy sensible!

-Silencio marica.

Comienza hacer pucheros y eso me molesta cabron.

-Termine inútil.

Comenzó a ponerse nervioso.

-Brent se pone nervioso y la verdad es que no entiendo por que.

-¿Qué sucede?

-Falto un lugar- comienza a levantar su polera con dificultad y después de que esta completamente alzada mis manos se forman puños por la imagen que veo, su abdomen completo esta cubierto de moretos uno peor que el otro, no me sorprende que el idiota le haya roto unas cuantas costillas, yo no podía curar eso, era demasiado.

-Maldita sea Brent esto no esta bien tengo que llevarte al hospital tu abdomen se ve terri...

-No, esta bien tranquilo, en el botiquín hay una crema que me ayudará yo se lo que te digo-me guiño un ojo pero este se encontraba un poco morado.

Hice una mueca. [Marica]

Y era verdad la crema se encontraba allí, la puse sobre su abdomen, cuando termine lleve todo a su lugar, lave mis manos y para terminar cepille mis dientes de paso.

-¿Lo disfrutaste?- lo mire con cara de no entender, él rodó los ojos y hablo.

-Tocar este sexy abdomen esposo.

Le seguí el juego.

-¡Oh pero por supuesto que sí!-fingí sorpresa.-Fue lo mas excitante que he hecho en mi vida tesoro- le mande un beso que atrapó.

-¿Ya hiciste el desayuno querido por que a mi ya me dio hambre?-se muerde el labio inferior.

Me río de su estupidez.

-Yo preparo el desayuno y tu sucio asqueroso necesitas un ducha urgente.

Lo ayudo a levantarse y llevarlo al baño lo dejo en la puerta esperando a que entre, pero al ver que no pasa ya me imagino que es lo que dirá.

-Oh no, no estúpido ni pienses que te voy a bañar.

-Agh yo se que quieres.

-Bah ya entra yo mientras veré que hay de comer.

-¡Quiero postre Evan!-Grita el pendejo desde el baño.

Comienzo a preparar el desayuno y recuerdo que no le avise a Gigi que estaría fuera se que suena de estúpido pero se lo que preocupa que puede llegar a ponerse, es una gran amiga a pesar de que la conozco de hace poco disfruto pasar el tiempo con ellas
aunque algunas veces me sacan de quicio.

—Mmm huele delicioso amor.

Ya volvió el idiota.

-Hice waffles con jugo de uva y de postre un pastel frío hecho con galletas de vainilla y fresas.

-¿como hiciste eso en tan solo veinte minutos?

-Manos ágiles esposo-fui por los platos y los vasos mientras que él a duras penas llegaba a la mesa.
Serví la comida y regresé con platos ya llenos, después de terminar de "desayunar", me despedí de Brent y tome rumbo al departamento.
Al llegar a este no encontré a nadie o eso pensaba yo ya que la casa esta solitaria ni un solo ruido, aproveche mi soledad y en quite toda la ropa te llevaba puesta y la deje sobre el mueble, tome mi toalla y me di una ducha necesaria, al terminar solo me coloqué un boxers y tome una manzana del frutero y me senté a ver cualquier porquería que estuviese pasando a las 4:00pm, con Brent estuve todo el jodido día siempre es así levantarse tarde, comer salir y no regresar hasta la noche pero hoy no se pudo.

-¿Evan?- Siento una mano en mi hombro.

-¡Carajo! ¿Que haces aquí Gigi?-Mi corazón late demasiado rápido.

-No fui a la escuela-dice mientras se restriega el ojo, tiene demasias mascara de pestañas, su rímel es demasiado perfecto, además de que lleva ¿sombras oscuras? Nunca he visto a Gigi con maquillaje extravagante, si se preguntan por que se tanto de maquillaje de chicas ma respuesta es simple: Eiza y Amber las responsables.

Cuando termina de restriegarse el ojo este a causa de tanta mascara de pestañas se corre por todos lados.

-Pareces...un...un...mapache-Digo entre carcajadas.

Gigi abre los ojos como platos lo que hace que mi risa te intensifique mas, corre hasta llegar a la habitación me imagino que a quitarse todo eso que tiene en el rostro,  a mi parecer las chicas se ven mucho mas lindas sin maquillaje es cien veces mejor su belleza natural.

Me levante del cómodo sofá y entre a la habitación donde una Gigi muy calmada se quitaba los restos de rímel. Solo traía puesto una blusa de tirantes azul sin sujetador [que linda vista] y una bragas del mismo color.

-Estuve preocupada por ti.

Aquí viene el sermón ella comienza hablar y yo ni siquiera la escuchó solo estoy de por observándola sin decir nada y de pronto una idea llega a mi cabeza, la interrumpo en lo que sea que este diciendo.

-Salgamos-

-¿A donde?-

Piensa Evan... Soy brillante.

-Comida necesitamos comida por que esta casa hay de todo menos alimentos-

Ella asiente y camina hacia al armario y decido hacer lo mismo y me pongo lo primero que veo unos jeans oscuros, una polera blanca y mis convers jodidamemte desgastadas, volteo a ver a Gigi y por suerte se estaba terminando de abrochar sus sandalias blancas.
Tomo mi billetera y mis llaves  y salgo después de ella.
No tengo auto pero por suerte el supermercado se encuentra a unas cuadras del departamento, al llegar agarró un carrito y Gigi se sube y se acomoda adentro de este.

Primero comenzamos con lo básico frutas, verduras, cereales, pan, carnes, yoghurt de todo tipo de sabores como habia dicho la capitanay  después siguieron por mi parte las gaseosas, galletas, frituras, gelatinas, dulces a morir y bueno Gigi me reprendió pero aun así seguimos comprando, al llegar a la caja la cajera dijo que no había suficiente efectivo en mi tarjeta y juntando con el dinero que Gigi llevaba no los alcanzó ni para la mitad así que decidimos hacer lo mas correcto: Escapar, entre risas y empujones de mi parte pudimos dejar atrás a el guardia gordinflón.

Cuando nuestras risas cesaron le sugerí a Gigi que compráramos una malteadas en el puesto que estaba a lado del edificio, como buen equipo nos las merecíamos ella escogió de mora azul y yo de fresa, terminamos el día entre risas, chistes malos de mi parte y muchas fotos tomadas por ella.

Por un momento nos olvidamos de todo.

Viviendo con un Gay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora