Su presencia agitaba mi respiración, sentía latidos irregulares batiendo sin detención, el nerviosismo se apoderaba de mi intuición, sus labios tan cerca me dejaban sin visión, su aliento descontrolaba mi atención. Estaba fuera de si, mis labios rogaban hacernos uno y así, unirnos en una danza sin fin.
Le rogaba en silencio, con miradas lentas y llenas de pestañas batiendo, subiendo y bajando, rogando, rogando, rogando. No pronunciaba palabra, el silencio nos abrazaba, me obligaba a cerrar los ojos, pues aquella espera era tan eterna, que mi respiración comenzaba a olvidar a donde ir. Suspiros que no sabían a donde ir.
Y poco a poco, un torbellino se apodero de mi, emociones que rugían, que acariciaban mi piel, que me devoraban, un aliento cálido que no me pertenecía, un contacto suave, tal vez sus labios no eran míos, pero en ese instante, fuimos del otro, dueños del ajeno, gimiendo despacio, nombrándonos, convirtiéndonos en eternos, en una historia que nunca terminaría. En ese final feliz, pero siendo el inicio, el destino, el continuara, la eternidad.
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Fragmentos de una mente olvidada
PoetryLa lluvia sigue golpeando mi ventana. Con ella las lágrimas se desparraman. El olvido se hace eterno. El dolor se hace abrigo. -------- Hace años, muchos años me dedicaba más que nada a escribir poesía y ahora quise traer muchos que debo tener por...