Las ganas de levantarme para ir a la escuela, son las mismas que tenía anoche cuando terminaba mis tareas. Son tan bajas...
La opaca luz de la mañana entraba por mi ventana, atravesando las delgadas cortinas y apoderandose de todos los rincones. El clima lluvioso no ayudaba en nada, solamente hacia que mis ganas de quedarme en mi cama aumentaran. Pero quedarme durmiendo tampoco era una buena opción, tenía que ser productivo.
Me levanté, mi cabello estaba alborotado, como si anoche me hubiese despeinado un niño pequeño, mis ojos se sentían dormilones, pero una ducha lo cambiará al menos hasta el mediodía. Dejé mi uniforme listo y fui a darme una ducha fría. Estas duchas a veces son lo único que me mantienen despierto, los escalofríos son una muy buena opción en las mañanas. Más cuando te encanta sentirlos.
Después de la ducha, me sequé, lavé mis dientes, me vestí, intenté arreglar mi cabello, pero fue en vano. No me gusta mi corte de cabello, pero soy demasiado holgazan para ir a una peluquería. Además, no estoy seguro de como debería cortarmelo, pero ese es otro tema.
Mi mochila estaba preparada y yo ya estaba listo, así que decidí salir. Esta vez no quize desayunar en casa, tal vez pida algo en la cafetería. Abrí la puerta, no sin antes revisar el apartamento.
Era un desastre, bueno, la mitad de lo que no he limpiado.
Salí del apartamento, cerré la puerta y fije mi vista en la puerta del apartamento de Jonah. ¿Qué estará haciendo? ¿Estudiará o buscara un trabajo? Lo más seguro es que este dormido, son las 6:30am, acaba de mudarse y debe estar agotado. Piensa con lógica, Fred.
Bajé las escaleras y llegé a la puerta naranja pálida y antes de que pudiera abrirla, alguien lo hizo por mí. Del otro lado de la puerta estaba Jonah, con un sueter y un cafe en su mano izquierda, tenía una cara de pocos amigos.
-Buenos días, Jonah -dije, aunque por alguna razón, ver su cara malhumorada no me dejaba tranquilo, sentía que me atacaría en cualquier momento- Perdón que pregunte, pero... ¿te sientes bien?
-Pues... -bostezó- no pude dormir bien anoche, no se porque -peinó su cabello gris hacia atrás en señal de estrés, se miraba cansado- Eran las 6:00am y no podía pegar los ojos, así que decidí ir a comprar un cafe y aprovechar a ordenar algunas cosas del apartamento. ¿Y tu?
-Bien, en lo poco que cabe -dije, evitando contacto visual con Jonah, su mirada malhumorada me ponía nervioso- me dormí un poco tarde ayer haciendo las tareas y pues, ganas de faltar a la escuela no me faltan.
Con un gran esfuerzo, Jonah sonrió ante mi comentario y su mirada se tornó un poco más relajada.
-Piensa que hay miles de estudiantes que estan en tu misma situación, todos idean planes, cuartadas y fingen enfermedades, tu también deberías de hacerlo -bromeó, bueno, eso creo. Tomó un sorbó de su cafe.
-La verdad, creo que me sentiría un poco culpable de no ir-confesé.
-Me doy cuenta de que eres responsable, aplicado hasta más no poder -dijó señalandome con la mano con la que sostenía el cafe- ¿La escuela te mantiene estresado?
-Sólo un poco... aunque no te lo voy a negar, a veces me aburro, pero se que si no la terminó, arruinaré mi vida. Además ¡Tu estas peor que yo! No has dormido absolutamente nada.
-Pero al menos yo estaré en casa, tu tienes que ir a hacer trabajos, exámenes y a concentrarte en tus clases. Eso si es aburrido.
-Demasiado para alguien de mi edad -intenté sonreír y por alguna razón, Jonah me devolvió la sonrisa. Entregar su sonrisa radiante a una mueca, me sorprende.
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Needless
RomanceTu vida cambia mucho con el tiempo. Fred entiende esto mejor que nadie. Se le diagnostica a su madre una enfermedad terminal, pierde a su hermana, su padre debe empezar desde cero, Fred debe trabajar para pagar gastos, llegando al punto de hacer cos...