Me encantaba la forma en la que me hablabas.
Me hacías sentir querida,feliz, me enamorabas poco a poco.
Me encantaba nuestras platicas nocturnas sobre lo que hiciste en el día o esos silencios cómodos que surgían al distraernos y no mencionábamos palabra alguna o solo escuchando la respiración del otro por medio de la bocina.
No me sentía incómoda.
Pero lograste que lo hiciera por tus deseos.
Me encantaba la forma en la que podía contarte todo sin problema, eras mi colega.
Me encantó la forma en la que me tocaste.
Cuando me besaste, el sentir tus suaves labios.
Tus manos.
Ver tu rostro y acariciarlo.
Todo...
Me encanta la forma en la que lograste hacerme perder la razón y distraerme pensando en ti la mayoría del tiempo.
Pero no lo hiciste del todo, aún no la había perdido por completo, pensé en las consecuencias y te dije no.
Y ahora me encanta la forma en la que me dejaste sola de la noche a la mañana.
Me encanta como todas esas promesas que hiciste las rompiste en un segundo.
Me encantó ver como me ilusionaste de una forma tan rápida que me imagine un futuro, me abrí contigo, fui sincera, te dí una oportunidad y ahora me encanta la forma en la que cómo jugaste conmigo y con mis sentimientos...
