En otro parte de la ciudad había un muchacho que él dejaba que su día pasara como tuviera que pasar, era muy despreocupado aunque con mil cosas por hacer pero él sabía que todo llegaba a su tiempo y nunca forzaba nada porque la vida le había enseñado que cuando algo pasa o llega inesperadamente es porque tiene que ser así.
El día fue pasando y llego la noche donde esta historia que nadie se imaginaba daría principio a una historia de amor.
Él estaba sentado viendo la tele de aquel lugar, pensaba en cómo las cosas pueden cambiar dentro de un segundo, escucho unos pasos entrar en aquel lugar pero no le dio mucha importancia, pensó alguien más que entra, como tantas personas.
Horas antes en un lugar de la ciudad;
Ally solo quería salir, no escuchaba las ideas que sus papás le daban para que ella también eligiera a donde ir, sin pensarlo se encontró en un restaurante no le dio mucha importancia y bajo del carro para entrar, a lo lejos entre tantas personas sus ojos sin pensarlo enfocaron a una persona que en si solo era una silueta, pero la silueta más hermosa que había visto nunca su espalda era ancha y fornida, sus brazos eran fuertes y los decoraban muchos pequeños lunares que combinaban muy bien con su color blanco como la luna de su piel. Algo jalo el brazo de Ally y la obligó a sentarse en una mesa perdiendo de vista a aquella silueta que se convertiría en algo muy importante en su vida.
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Nadie como tú
RomansaEn la vida hay cosas que no tienen explicación...Solo se sienten y se viven