‹Tú siempre terminas aferrándote
a mi de algún modo›
"De unos catorce te ves. ¿Cuáles son tus afinidades?"
"Tengo dieciséis...aún así acepto el halago"
Algo extraño tenía. Ahí, en ese cuarto, todo se sabía. No reaccionaba, sólo sonreía; estaba en un terreno escarpado, ni siquiera temblaba. Entendí en ese instante que, la primera impresión, aquella que una madre cuidaba de su pequeño, no era una de sus preocupaciones.
Ésta no era mi dimensión paralela. Desde luego, éste no era mi mundo. Esa tarde pensé que una seguridad lo arropaba en las noches. Versátil lo envidie.
"¡Hombre, menos mal! En una mattina* como éste ya nadie tiene carisma" el mulato comenzó a reír. De poquito se le acercó y le dijo quedito: "De seguro soy tu senpai; Sai, llámame así"
"Cortala, Omoi" dice Kurotsuchi "¿Cuándo naciste, Sai?
Nos quedamos quietos, ansiosos a su respuesta.
"Veinticinco de noviembre"
"¡Ahí tienes! Ser su senpai es algo que no pueden evitar"
"Un mes entero no te hace más inteligente, ni un siglo completo con ése cerebro de estropajo..."
Solía tener propia carisma. El arco de su boca es el problema, poco simpática. Aunque es tranquilo y de carcajada fácil.
Konoha se vería sacudido por la caligrafía y el dibujo.
O mejor dicho, una persona.
.
.
Una mattina: una mañana o en este caso, un día.
Lento, corto y seguro.
Gracias por leer♥
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Mattina © | AU! | 『SaiIno』
Short Story«Todas las líneas se siguen haciendo más cortas, perdiendo oportunidades. Seguro hay más manera de verlo pero, es lo que quiero ver. Me he estado superando pensando en lo que necesitas. Y me di cuenta de que ninguno de los dos importa. ¿Qué es la re...
