Llueve,
el jardín lleno de lodo,
en él hay rosas muertas
pero aun así resguardan su belleza,
de ellas hay algo que debe temerse
son letales cuando te encajan espinas,
es mucho peor cuando no la miras
no duele... simple, solo mueres.
Ellas guardan secretos obscuros
al anochecer su hermosura es tristeza
ni ellas se acuerdan de halagos diurnos.
Hay quien las pisan sin siquiera verles
y se levantan las de tallo fuerte,
al contemplarlas te transmiten paz,
si te acercas mucho pueden hacerte sangrar,
hay algo que no debemos olvidar:
ellas son la gala en la sublime ofrenda
que te acompañará en tu funeral.
J