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Era raro, habían pasado años desde la infección. Pero para mí parecían solo días.
Deambulaba deteniendo la sangre de una herida entre las calles de la ciudad.
Mi vieja ciudad.
Estaba tan destruida que me daba tristeza.
Lo que llegó a ser mi hogar ahora era la mitad de una pequeña construcción cubierta de verde.
El edificio de mi trabajo estaba inclinado, se habría derrumbado por completo de no haber sido por el edificio de a lado.
Escucho un camión acercarse. Eran ellos.
Se detienen frente a mí y se bajan mientras me apuntan con sus armas.
Evitarían a toda costa que me convirtiera. Aún cuando ahora fuera su líder.
Antes de que disparen, sonrío.
Lo último que veo antes de morir es un enorme grupo de zombies acercándose por detrás de ellos.

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