Relato de un Suicidio

Capítulo 1

Tenía diez años cuando todo lo que yo amaba se desvaneció, cuando me arrebataron de las manos todo por lo que yo vivía, sentí como si me estuviesen quitando una parte de mi, en aquel momento mi cuerpo se quedó tan solo como un recipiente vacío, mi alma desapareció junto a los que ya no existían. Mis padres. Un accidente de avión les arrebató la vida. Vivo con aquella imagen incrustada en mi cerebro, si tan solo pudiese ir atrás en el tiempo, si tan solo me hubiese callado y no hubiese insistido en ir a Disneyland. Hubiese preferido morir antes que vivir así.
Me quedé huérfana y una familia adinerada se ofreció a darme un hogar y "cariño", aunque mejor lo dejamos en un hogar sólamente. No me malinterpreteis, no eran malas personas, simplemente no me resultaban suficientes, después de perder a mis padres me quedé vacía, sin sentimiento alguno.
Pasé seis años estudiando en casa con profesores particulares, ya que no quería juntarme con nadie, no me hacían falta los amigos, me alejé de todos los que tuve y así los perdí. Cuando cumplí 16 años Ed y Dayan (la familia de acogida) decidieron que debía socializar más y me inscribieron en un Instituto del barrio. Aún puedo recordar con claridad lo que cada mañana me decían, "Willow, no es sano que estés todo el día metida en casa." ¿Pero qué podía hacer yo al respecto? Me resultaba extremadamente difícil hablar con las personas, desde el accidente cambié totalmente, antes era una niña alegre y divertida, después no era ni persona.
Obviamente después de seis años del fallecimiento de mis padres dejé de llorar y lamentarme por su pérdida, les echaba de menos, sí, pero con el tiempo todo se supera. Lo pensé bien y decidí que iría a aquel instituto, pensé que a lo mejor conseguiría volver a reír, hacer amigos, divertirme y tener una vida normal de adolescente.
El primer día me resultó fácil, llegué a mi clase, me presenté y me senté en un pupitre. Nadie sabía nada de mi, lo que me parecía perfecto, no me apetecía contar mis problemas y deseé que ojalá siguiese siendo así siempre. A mi lado se sentaba una chica de piel morena con el pelo negro, largo y muy rizado, en mi opinión era la más guapa de la clase. Al otro lado había un chico con el pelo rosa, corto y de piel muy pálida. Cuando sonó el timbre que indicaba el final de la clase me dirigí al comedor, me senté en una mesa vacía y me dispuse a comer mi sándwich, hasta que de la nada aparecieron el chico y la chica de clase en los cuales me fijé.
- Hola Willow, mi nombre es Shane y ella es Danielle, ¿te importa si nos sentamos contigo? Así nos conocemos.
Asentí. Se podía percibir un comportamiento de divo solo con oírlo hablar.
- Mira, te vamos a enseñar cómo van las cosas aquí.
Me dijo nada más sentarse a un lado de mi. Al otro lado se sentó Danielle.
- Esos son los góticos, emos, punks, hardcores, etcétera, son algo bordes así que que no te extrañe si alguna vez te miran mal.
Me dijo señalandome con la mirada una mesa. Se notaba que eran todo eso ya que la mayoría iban vestidos de negro y con tatuajes, piercings y dilataciones.
- Esos de ahí son los nerds, son majos, pero solo hablan de estudios.
Dejó de señalar y tomó la palabra Danielle.
- Esos son los deportistas con las animadoras, a veces se juntan con los pijos, por eso sus mesas están una al lado de la otra. La mayoría se creen superiores a todos así que te aconsejo que no te juntes con ellos, también suelen ser causantes de muchos casos de bullying en este Instituto. Los pijos igual pero la diferencia es que ellos doblan en dinero a cualquiera de este instituto.
- ¿Y vosotros? ¿A que grupo perteneceis?
Pregunté por curiosidad.
- A ninguno, somos los marginados, bueno yo, Danielle podría ir con los populares pero se niega.
- No pienso juntarme con gente falsa y estúpida.
Comimos y estuvimos hablando sobre nuestros gustos y aficiones (en realidad hablaron ellos, yo no quise contar mucho de mi vida). Sonó el timbre para volver a las clases, me tocaba clase de teatro y tenía ganas de ver como sería ya que siempre me ha gustado el tema de actuar.
Entré en clase. No había mucha gente, éramos yo, tres o cuatro de la mesa de los oscuros (así los llamaba Shane), dos de la mesa de los nerds y un chico de los populares, parecía un deportista.
- Chicos, hoy se incorpora al grupo una nueva alumna llamada Willow, espero que la trateis con respeto y la ayudeis si tiene alguna duda, sin más preámbulos, comencemos la clase.
La profesora tenía una mirada alegre y una sonrisa constante. Me sentí algo menos nerviosa ya que éramos pocos y la profesora parecía poco estricta.
- ¿Os parece bien si os sentais en círculo y os presentais? Me acaba de surgir un imprevisto y tengo que irme urgentemente. En la próxima clase comenzaremos la obra.
La profesora se fue y nos pusimos todos en círculo, así pude ver mejor a mis compañeros. Dos chicas y dos chicos de los oscuros, dos chicas de los nerds y un chico popular.
- ¿Suele irse frecuentemente de las clases?
Pregunté.
- A veces ni siquiera viene.
Me contestó una chica de la mesa de los nerd.
- Bueno pues presentemonos, yo soy Cody, del equipo de lacrosse, me gustan las fiestas y...
Me miró de reojo.
- Las nenas.
Casi me río de lo penoso que fue pero sabía que si lo hiciese me metería en líos así que escuche al siguiente.
- Mi nombre es David, no me gusta nada.
- Jack, no os importa lo que me gusta así que no tiene sentido decirlo.
- Marina, me gusta follar.
Me quedé en shock unos segundos, fue muy repentino y no me lo esperaba.
- Yo soy Alice y me gustan las novelas de terror.
De repente Cody con un tono burlón dijo que los cuatro estaban en una relación, pensé que cada chica con cada chico o las chicas juntas y los chicos juntos, pero no.
- Somos una relación poliamorosa.
Dijo Jack.
- Es decir que montan cada orgía que ni te imaginas.
Me dijo Cody en voz alta para que lo escuchasen.
- Bueno, podemos seguir con las presentaciones mejor, ¿no?
Propuse.
Las siguientes chicas parecían muy tímidas.
- Me llamo Ginny y me gusta...
- Empollar matemáticas.
Interrumpió Cody. Le miré mal. Me empezaba a caer mal y recordé lo que Danielle me dijo en el comedor, se creen superiores y son los causantes del bullying.
-... Me gusta jugar a videojuegos en mi tiempo libre.
Acabó la frase Ginny.
- Mi nombre es Lucy y me gusta dibujar.
Me tocaba a mi.
- Mi nombre es Willow y me gusta escuchar música.
- Bueno ya que hemos acabado podemos irnos.
Dijo Alice.
Nos fuimos todos, teatro era la última clase así que salimos antes, cuando salí por la puerta principal, Cody me agarró del brazo y me dijo que si quería dar una vuelta con el y yo le dije que no. Me insistió en que quería pedirme perdon por su comportamiento en la clase y que solo sería una vuelta corta, así que acabe aceptando.
Dimos una vuelta andando hasta que llegamos a su casa, era enorme y según el, estaba toda disponible solo para el ya que sus padres viajaban por temas de trabajo. Me ofreció pasar para tomar algo, como fue muy amable conmigo durante todo el camino pensé que no estaría mal, ¿no podría pasar nada no? Me equivoqué.
Me quitó la camiseta a la fuerza, me puso de cara a la pared agarrandome del pelo, juntó su parte inferior del cuerpo contra mi trasero e hizo una foto. En la foto parecía que estábamos teniendo sexo. Me solté y me quedé paralizada, lo único que hice fue volver a ponerme la camiseta medio alargada por los tirones.
- ¿Ves esto Willow? Esto es lo que se difundirá por todo el instituto como no hagas lo que te pido. No te voy a hacer nada hoy así que puedes marcharte, pero como lo cuentes la foto sera enviada a todos y cada uno de los alumnos.
Salí corriendo de la casa, no quería llorar por el camino, me aguanté todo lo que pude y cuando llegué a mi casa me encerré en mi cuarto y lloré. Lloré por todo, por lo que pasaba y por lo que ya había pasado antes. Mis padres, mi vida y ahora esto, me dije a mi misma. Pensé que ya nada podía ir peor, pensé mal.