¿Acaso Es Nuestra Culpa?

El inicio de todo

Los días pasaron lentamente, la familia disuelta apenas se mostraba por las calles, él padre sumergido en su nueva adicción, el alcohol su nuevo compañero, los gemelos apenas eran cuidados por él y su hermano mayor con ya 18 años por seguridad fue enviado al extrajeron, los pequeños apenas sabían que iban a comenzar hacer rechazados por su propia familia

Un día común la abuela se dirigió a la casa del padre para hablar de negocios ya que él tendría que encargarse de la parte que le correspondía a su esposa, aquella mujer llego, con su imponente presencia ante todos, los niños emocionados de que su abuela estuviera en la casa bajaron entusiasmados a mas no poder

Abuela!!-

Gritaron al unísono acercándose a esta con gran euforia, a lo cual esta respondió con una frívola mirada y con una voz totalmente diferente a la que conocían pronuncio

No se acerquen a mi pequeños bichos-

Esas palabras detuvieron a los pequeños ellos con los ojos lo mas abiertos que podían, su amada abuela los había apartado?

Abuela?.....-

Susurraron agachando la cabeza lentamente aguantando las ganas de llorar, los dos se tomaron de la mano con fuerza

Que hacen ahí bichos vayanse de aquí de inmediato-

Los dos levantaron de nuevo sus rostros dejando a la vista una escena algo angelical, aquellas mejillas sonrojadas y pequeñas lágrimas corriendo sobre ellas, dieron media vuelta corriendo de nuevo arriba entrando a su habitación donde tomaron a sus peluches y se encerraron en él pequeño closet de su habitación llorando silenciosamente

El dolor incesante en su pecho, sus respiraciones entre cortadas, él de deseo de que su madre estuviera ahí abrazando los mientras acariciaba sus cabellos diciendo que todo estaría bien, que no tuvieran miedo, sus lágrimas continuaron recorriendo sus mejillas delineando sus pequeñas y abultadas mejillas.

Las horas pasaron eternamente los pequeños dormidos en él closet se movieron un poco al escuchar como eran rotos unos cuantos vidrios, unos gritos los alertaron mas, abrieron sus ojos de golpe aguantando la respiración, sus pequeños cuerpos estremeciéndose

Donde están?!?!?-

se escucho a lo lejos la voz posesiva del padre de los gemelos, los dos algo temerosos y para no hacer molestar mas a su padre salieron del closet con suma delicadeza saliendo de la habitación para encontrarse con un caos, trozos de garrones regados por él piso, sillas destruidas y rosas rojas regadas por él piso.

Él padre alzo la mirada encontrando a los dos pequeños, con suma brusquedad subió las escaleras, tomando a los dos por la mano

Donde han estado?!?!?-

Preguntó agitándolos, su mirada sombría por encima de ellos, no supieron que responder estaban congelados de manera literal, sus diminutos cuerpos solo eran movidos como pequeñas muñecas de trapo

Acaso no saben que quieren robar su belleza..... Si eso.....quieren quitársela y devorarlos.....papi los protegerá.....yo solo pues tener su belleza-

Les dedico una sonrisa siniestra su mente comenzaba a retorcerse creando maneras de como "ocultar sus bellezas" soltó un poco su agarre para guiarlos a una nueva habitación que estaba sumamente oculta en aquella casa, al llegar a ese punto abrió la puerta dejando apenas visible la entrada, los niños se estremecieron mirando la oscuridad

Su nueva habitación mis niños-

Susurro de manera siniestra arrojándolos a los dos con violencia al caer al frío y sucio piso, se creo un golpe hueco a lo cual los dos jadearon de dolor, la puerta fue cerrada de golpe, dejando a Ji-Hu y Jong-Su en completa soledad, el silencio brutal la oscuridad, la sensación de vacío incrementándose, la falta de oxigeno, las lágrimas recorriendo sus mejillas débilmente

Oni-chan tengo miedo- susurro uno de ellos temblorosa mente, su padre nunca se había comportado de esa manera hasta ahora, como podía pasar esto, deseaban volver a estar con su madre.

Yo también- susurro el otro sintiendo como un nudo en su garganta se creaba.

Horas después....

Largas y tenebrosas horas pasaron los dos pequeños ya hacían dormidos en la sucia cama, envueltos por la oscuridad infernal, el frío de aquella zona aumentaba por la falta de luz, la puerta fue azotada con brusquedad dejando a la vista al padre de los dos en completo estado de alcolismo, Ji-Hu y Jong-Su se movieron un poco abriendo sus ojos lentamente, aquel en sus manos portaba unas máscaras completamente blancas, que normalmente se utilizaban para días festivos del país para asustar unos cuantos niños a lo cual ellos se estremecieron

Oh mis pequeños les traje un regalito para ocultar sus caritas sino vendrás los tipos malos a llevarselos-

Susurro con un tono un tanto infantil y extraño, la mirada de los dos se ensombreció cuando las máscaras fueron colocadas, después su padre tomo a uno de ellos por el cuello apretándolo con algo de fuerza, Ji-Hu sintió un gran terror creciente, pataleaba y se estremecía no quería eso, dolía mucho, la falta de aire se hizo presente, los pataleos se detuvieron gradualmente hasta el padre de los se detuvo dejándolo por fin respirar de manera normal

Eso sucederá si se los lleva los tipos malos, si? Mis pequeños duerman bien jejeje

Pronunció el padre levantándose de la cama yendo a la puerta abriéndola causando que de esta se emitiera un chirrido,  Ji-Hu  abrazo a Jong-su llorando en silenció a lo cual este correspondió con fuerza aunque tembloroso, esto es un nuevo infierno

Duerman bien

Fue lo último que escucharon para luego, encontrarse nuevamente en completo silenció la oscuridad volviendo a cubrirlos, el llanto de Ji-Hu tomo mas fuerza su cuello aun dolía su pecho de igual manera, ahora solo eran ellos dos contra su padre, si su hermano estuviera aquí para proteger los y mimarlos, Jong-su sintió un nudo en su garganta para también comenzar a llorar amargamente

Hermano tengo miedo, mucho

Los dos pequeños de tan solo 4 años sufrían mucho, la perdida de su madre, el rechazo de su abuela, y ahora el maltrato de su amado padre que ahora los trataba como pequeñas cucarachas pisoteables, y así pasarían tal vez, semanas, meses o hasta años, las lágrimas seguían corriendo por sus rojizas mejillas, el miedo de quitarse las máscaras, de que esos tipos malos vinieran y se los llevarán.

Mamá-

Susurran los dos delicadamente, sintiendo como sus cuerpos comenzaban a relajarse después por estar llorando excesivamente, acostumbrarse a esto seria la mejor opción

Miedo y terror es una nueva cara de la moneda, cuida a los que mas quieres.....