Depresión.

Del otro lado del balcon.

John se despierta a mitad de la noche asustado, un repentino estruendo fuera de su balcón lo despierta.
El toma un cuchillo teniendo que sea un ladron y camina hacia el balcón, desliza la puerta con mucho cuidado y silencio... No hay nada, John pone el cuchillo en una mesa al lado de la puerta que lleva al interior y se dirige al barandal a la oruga del balcón, mira a la derecha e izquierda y no ve nada, al mismo tiempo mira hacia arriba al otro balcón pero no hay señales de que allá alguien allí.
De repente una mano se sujeta del barandal haciendo que John salte de un susto hacia atras y caiga sentado.

Una chica empieza a subir con mucho esfuerzo hasta llegar al balcón.

???: (Suspiró) Por fin llegue, pero vaya que sentí más corta está subida, supongo que será que me vuelvo más fuerte cada vez.

John: U.. q... qui... quien eres?

???: O. Que quien eres tu!!!

John: Es lo que yo quiero saber, contestame, ¿Quien eres tu?

???: Soy la propietaria de este apartamento y por lo tanto tengo el derecho a saber quien eres tu.

John: La propietaria, pues yo eh vivido aquí desde hace ya 3 años y en mi vida te eh visto.

???: Tú eres un... Espera, ¿Que piso es este?.

John: El 5, por qué.

???: A no por nada, eh mira yo voy a subir aquí arriba así que si me ayudas te lo agradecería muchísimo.

John: A ver ahora si qué sucede.

???: Errr. (Suspiró) Bueno, soy Lydia la propietaria de aya arriba y me confundí de apartamento.

John: Okey, esa parte la entiendo pero... ¿Por qué diantres subiste por el balcón!!!!?

Lydia: Es que... Es que, intentaba escabullirme del casero.

John: ???

Lucía: Verás es que cuando llego al edificio, en el tercer piso me encuentro con el casero y siempre me pide el dinero de la renta y claro no eh pagado 7 meses.

John: 7 meses!

Lydia: Bueno eran 4 pero ya hace 3 que me escabullo de el yendo por los balcones.

John: Que 3 meses, pero nunca me eh percatado de ti.

Lydia: Pues si, siempre uso una soga excepto que hoy me aferre al jarrón de mi balcón y lo arrastre con mi peso y cayó en la esquina de tu balcón.

John: O pues creo que eso lo explica todo.
Pues bueno creo que deberías subir.

Lydia: Si es lo que quería.

John ayuda a Lydia a subir al otro balcón sujetandola de los pies hasta que logra subir.

Lydia: Oye, gracias!

John: De nada!

Lydia: No me dijiste tu nombre!

John: Soy John, John Bullert.

Lydia: A, un gusto. A por cierto, no le digas al casero que hago esto okey!

John: Okey!

Lydia entro a su apartamento casi al mismo tiempo que John entro al suyo.
El se acerca a su cama, se acuesta y cierra sus ojos esperando a dormir y unos segundos después suena su reloj despertador.

John: (Suspiró). Dios, será un largo día.

Se levantó y se dirigió al baño a prepararse para el día.